En lo personal me gusta la forma de trabajar de Pedro Caixinha durante la semana. Es un estudioso que ha disciplinado la forma de entrenar de los jugadores santistas, con diversos tipos de tareas, no limitándose sólo a lo que es la cancha. También su carácter, presencia y peso en la banca son benéficos para el equipo, pues Santos se ha caracterizado por tener en los últimos años a entrenadores más bien fríos, que poseen toda la gama de los colores grises.
Sin embargo, según el transcurso de los partidos, creo que el punto flaco de Caixinha es su toma de decisiones con respecto a los cambios que genera durante el encuentro. Es difícil encontrar un partido en el que el equipo se haya reforzado, apuntalado o amarrado para liquidar al equipo contrario. Más bien, independientemente del resultado que se está viviendo, cuando se realizan tales o cuales cambios, el equipo disminuye, se debilita y lo terminan empatando o hasta ganando el juego como ocurrió en Cruz Azul.
Si Santos tiene puntos débiles en su cuadro titular, también es cierto que no presume de tener la gran banca. Sus lujos en los suplentes delanteros los adolece en la parte baja. Cada vez hay menos opciones. Si el partido está difícil, entra Calderón, Osmar, Ribair o Rentería. ¿Alguien realmente piensa que cualquiera de ellos podrá cambiar la dinámica de un juego y resolver un partido? Al contrario, el equipo va perdiendo poder, los jugadores se van escondiendo y sucede lo que pasó en la semifinal contra León, tras el ingreso de la banca se perdió el control del medio campo y la eliminatoria.
El más doloroso recuerdo de muy malos cambios y tener un partido ganado y haberlo perdido es la final de Concachampions ante Monterrey, allá. También la semifinal ante Cruz Azul hace dos torneos, donde se jugó casi con seis delanteros, apostando por Rentería y Calderón sí o sí o sí.
Ahora en el Azul, aunque entiendo que la expulsión de Abella afectó, también pienso que la salida de Crosas y de Lacerda (jamás pensé escribir esto) disminuyó mucho la media cancha y la defensa. Aunque muy criticados, ambos le estaban dando equilibrio a la parte baja y mal que bien Lacerda estuvo luchón, yendo a todos los balones por alto y mostrando cosas diferentes. Muy desafortunado, por su parte, el ingreso de Ribair Rodríguez, se vio descanchado, falto de ritmo y los dos goles de Cruz Azul caen porque él no brinca. Eso se vio claramente en el juego pero ¿qué no es visible también en los entrenamientos? Otra: Ulises Rivas, con todo lo verde que seguramente está por su edad, ¿lo hará peor que Crosas o Ribair? Son sólo preguntas.
Twitter: @AlexRodriguezSa
