Muy esperanzadora esta mitad de la liga para Santos Laguna. De tener un inicio sumamente extraño, en que la defensa no permitió gol en tres partidos consecutivos, de pronto el cuadro bajo se desmoronó y ha pasado a ser la defensa más goleada del torneo, misma a la que le llegan muy fácil, que luce tan frágil y que recibe uno o dos goles tan temprano en el cotejo y siempre nos hace pensar en una terrible goleada en contra. Pero además, en aquellos primeros juegos en que la defensa sí era buena, Santos jugaba más aburrido que discurso de diputado en campaña. ¿Cómo olvidarnos de aquel terrible empate a cero de local contra el tan gris Puebla? ¿Qué fue lo que de pronto cambió que vemos a un equipo totalmente distinto?
Como mencioné, la defensa es casi de agua: a Santos le anotan mucho y fácil. Y lo que es peor ¿peor? (quién sabe, a partir de ese acontecimiento el juego se pone realmente interesante) el equipo contrario lo hace muy rápido en el partido.
Sin embargo la dinámica que ha tomado Santos ha sido muy atractiva para la tribuna. Es un equipo muy malo en su defensa, pero tiene un enorme potencial ofensivo. Qué gusto, qué agradable y qué placentero es ver al tridente que despedaza en velocidad a todas las defensas del futbol mexicano: Oribe, Rentería y Darwin. El famoso Hermoso y el Científico se han entendido a la perfección y sus jugadas de pared, sus triangulaciones y su forma de entrar al área han provocado que comiencen a caer goles por todos lados. Si a eso sumamos que el Topo va encontrando confianza y buen futbol, aunado a su impresionante velocidad, las cosas adelante son muy atractivas. Eso más la incorporación del Chuleta Orozco, un goleador muy oportuno y nato, de esos fijos de antes que le entran a todas y que sigue aportando su cuota goleadora.
Caixinha debe utilizar lo que mejor le funciona y adelante sin duda lo está haciendo. El equipo ha encontrado otra mística sin Calderón ni Crosas, que sí tiene cuando es Ribair, Cejas, Rentería o Salinas los que están en la cancha. Se hace tarde para más experimentos y paciencia para los primeros mencionados. Tienen todo el derecho de luchar por su titularidad y permanencia, pero deben ganárselo doblando esfuerzo, triplicando el sacrificio y no obtener un puesto regalado. Lacerda es el gran ejemplo de ello, de ser uno de los extranjeros más fallidos que habían venido a Santos, se ha convertido en un actual indiscutible de calidad. Eso la afición lo ve y lo reclama y para los medios es muy claro.
Santos va bien, se ve fuerte, tanto en la liga como en la Libertadores y llegarán hasta donde las buenas decisiones técnicas lo quieran.
Twitter: @AlexRodriguezSa