No debe Santos Laguna cegarse por la espectacular forma en que cierra los partidos. Comienza casi siempre perdiendo, batalla y al final reacciona para sacar el resultado, eso gusta mucho, sobre todo a la afición que paga por ver un espectáculo y con lo anteriormente descrito es lo que obtiene. Incluso a los periodistas nos agrada que eso suceda porque la forma de relatar la crónica, de revisar los goles, de hablar sobre el partido es mucho más enriquecedora: Santos todo el juego abajo, hasta que reacciona Darwin y Oribe, o empata o finiquita con su anotación el triunfo. Todo mundo agradecido con el equipo lagunero.
Tengo mis dudas si Caixinha es lo que desea de su equipo. El espectáculo está, el guión al puro estilo cinematográfico también, el plantel capaz de realizar este tipo de maniobras, con Oribe y Darwin arriba, que todo lo pueden cambiar en cualquier momento, existen, pero esto no es lo que debe planear un director técnico. Entiendo que gracias al portugués, Santos es ofensivo y que eso provoca que se realicen este tipo de hazañas, pero el serio desorden en los primeros cuarenta y cinco minutos sí son responsabilidad del entrenador, y aunque al final no pesa en el resultado (pues Santos saca los partidos de la forma antes mencionada), no es así lo que se planea en el pizarrón, en el cuaderno, en la charla táctica, en la semana.
Un entrenador no llega y dice: "al principio no tendremos el balón, nos llegarán por todos lados, nuestros laterales se verán muy lentos y nuestra central estará por doquier, estaremos tan desordenados que nos clavarán dos goles. Pero no se preocupen, muchachos, que en la segunda parte ya verán cómo Darwin y Oribe hacen de las suyas y remontamos el marcador". Insisto, esto sucede para beneplácito de todos, pero no es algo planeado y como no lo es, en cualquier momento puede dejar de suceder.
Santos se ve fuerte, agresivo, es sorpresivo lo que pasa con el equipo en los segundos tiempos, pero un muy limitado Monterrey lo hizo ver mal en la primera parte y lo mismo podemos decir de juegos anteriores, remontándonos hasta el Atlas. No digo que la situación sea preocupante, porque no lo es, sólo señalo que debe haber más planeación a la hora de enfrentar un partido y ajustar donde se sigue fallando desde la jornada uno y que no se ha ajustado, que es en la parte baja.
Como pocas veces en su historia, Santos tiene posibilidades muy reales de ser campeón de Liga y aspirar a lo más alto en Libertadores, y eso se logrará si se pone profesional atención a lo señalado.
Twitter: @AlexRodriguezSa