Tras una eliminatoria de cuartos de final de locura, Santos Laguna una vez más se posiciona en la semifinal. Son tres torneos consecutivos que lo consigue, todos bajo el mando de Pedro Caixinha, que tendrá ya este poderoso dato en su currículum, que antes no decía mucho.
El sufrimiento que se vivió ante América se perdona por lo emocionante que fueron los dos duelos. Es realmente interesante saber cómo Santos ha llegado tan lejos teniendo la defensa que tiene, pues su promedio de goles recibidos es escandalosamente alto. Sin embargo, en este partido de vuelta Pedro fue mucho más cauteloso, dejó de ser visceral (eso lo dejó para su maravilloso festejo del final, lo cual es muy acertado) y actuó con cautela. No se desesperó y no desprotegió a su equipo con sus cambios precipitados, como sí ocurrió en el de ida. Mucho más arropado Santos con media cancha, por la presencia de Salinas, Escoboza y Ribair, lo atacan menos, tiene mucho más tiempo la pelota, defiende más y se ve un cuerpo en la media cancha que antes simplemente no existía. Jugar con cuatro delanteros funcionó porque hay cosas que momentáneamente funcionan (tuvieron mucho que ver los rivales, casi todos débiles) pero desde hace mucho escribí en estas líneas que esa suerte y experimento se iba a acabar, el futbol no se juega sin media cancha.
Considero que aunque Ceballos ha mostrado buenas cosas y seguramente tiene un futuro importante, no debe participar aún en este tipo de juegos, pues se ve que al joven le ha pesado cuando ha entrado. Tanto contra Lanús, en el Azteca, como en el de vuelta, los balones perdidos fueron muchos y el peligro llegó de su lado, es mejor en eliminatoria directa que entren los experimentados que sepan manejar bien los nervios y la importancia del partido.
Por su parte, Pedro Caixinha se enfrenta a un gran reto. Puede vivir mucho tiempo, si así lo desea, de tres semifinales consecutivas, pocos o nadie en México lo logran y ya quisieran esa estadística a su favor ciertos entrenadores de disque prestigio del futbol nacional. Pero creo que el portugués no se puede quedar ahí. Hay líneas, metas, récords que se deben rebasar porque si no se está destinado al estancamiento. Ya fue eliminado anteriormente ante Cruz Azul y León, el futbol da revanchas y esta es la de Caixinha para poder llegar, por fin y de una buena vez a una final en la que Santos pueda competir dignamente. A partir de ahí todo será ganancia, pues es complicado exigir un campeonato con una defensa tan débil. Lo que sigue es actuar y dirigir con extrema coherencia e inteligencia para que las cosas en Santos salgan lo mejor posible.
Twitter: @AlexRodriguezSa