Cuando se trata de un equipo al que admiro y quiero como lo es Santos Laguna, me es difícil escribir algo que es muy molesto nos digan a cualquiera de nosotros en todos los ámbitos de la vida, que nos lo señalen, que lo repitan, que lo saquen a tema… el tan famoso y molesto "se los dije", no quisiera, no me gusta, quiero que no pase. Pero se los dije: a Santos le urgían laterales y sobre todo el izquierdo.
Carlos Fierro transitó por ese lado del campo (el derecho para la ofensiva de Chivas) con alegría y parsimonia. Osmar Mares simplemente no pudo. ¿A alguien sorprendió? A mí no. Cuando vi la alineación titular supe que Santos estaría batallando por ese sector, como ha venido sucediendo, esté quien esté por ese lado: Mares, Alanís, Abella, incluso se ha improvisado con Ibáñez y Escoboza, pero tampoco ha funcionado. Y no quiero decir que toda la culpa es de Mares, porque es una situación que sucede a Santos desde la salida de Édgar Castillo, varios años atrás y que no se ha sabido suplir. Ahora llega Jonathan Lacerda, pero no veo cómo él pueda ser la solución. Además que ha jugado en los últimos torneos más como central que como lateral izquierdo, posición que tenía cuando llegó al Santos de Romano.
Quizá Mares mejore y funcione el lateral izquierdo, no lo sabemos, es poco probable. Quizá Alanís se adueñe de la posición, o Lacerda sorprenda con un inesperado regreso, o se coloque a Abella nuevamente ahí, pueden resultar muchas cosas, pero no se ve una planeación real de cómo conformar, solucionar y mejorar esa posición en particular. Sé que muchos podrán argumentar que se quedó campeón con Benjamín Galindo sin resolver esa cuestión hace apenas un año. Pero insistiré que ese era el punto flaco del equipo y que incluso hace dos torneos cortos, en el que Santos fue la defensa menos goleada del torneo, paradójicamente su punto débil era la defensa. Simplemente hay que volver a observar las milagrosas atajadas, una y cien veces, que Oswaldo Sánchez tuvo.
A la contención le urgía un refuerzo. Todo indica que Crosas no podrá. Ya son demasiados juegos y no pasa nada con él. Llegó Ribair y eso es buena noticia, falta verlo, alinearlo, que esté listo, darle la confianza, que se acople, que se adapte, que entre en ritmo, que entienda el sistema y que conozca el quisquilloso arbitraje mexicano, nada más.
No dudo que Santos pueda aspirar a lo más alto, porque su plantel es impresionante, sólo creo que a veces parece se va improvisando sobre la marcha, sobre todo en alineaciones y eso dificulta la llegada de buenos resultados. Y ya no quiero decir más: se los dije.
@AlexRodriguezSa
