De los 65 mineros fallecidos en la tragedia de la carbonera Pasta de Conchos, el 19 de febrero de 2006, sólo se logró el rescate de dos cadáveres.
El 23 de junio de 2006, cuatro meses después de la explosión y los derrumbes en la cantera, las brigadas de búsqueda y rescate encontraron el cadáver de Felipe de Jesús Torres Reyna, de 49 años, originario de Palaú.
En las primeras horas del 1 de enero de 2007, los brigadistas llevaron a la superficie el cuerpo del minero José Manuel Peña Saucedo, originario de la misma comunidad carbonera.
Cuatro meses después Grupo México convino con el gobierno federal, entonces a cargo de Felipe Calderón, para suspender la búsqueda con el argumento de que la mina era insegura para los brigadistas.