Los Tiburones recibieron oxígeno puro en el tema del descenso.
Los Tiburones Rojos del Veracruz saltaron a la cancha del Nou Camp en calidad de víctimas ante el León, pero dieron la gran sorpresa al llevarse los tres puntos al puerto al ganar 1-0 con anotación en el minuto 90 y con un hombre menos.
Con este resultado el Veracruz llegó a nueve puntos y sale del fondo de la tabla general, mientras que León se quedó con 14 unidades.
El silbante Jorge Antonio Pérez perdió el control del partido y repartió tarjetas como si fueran de presentación; amonestó a cuatro jugadores del León, seis al Veracruz y le mostró roja directa a Leiton Jiménez y al técnico, lo cual evidencio su falta de carácter.
Parecía que los escualos estaban condenados a la derrota, pero se pararon bien sobre el terreno de juego, con la intención de no perder, pero sin renunciar a buscar la victoria que al final lograron, gracias a una agónica anotación al minuto 90.
León tuvo la oportunidad de adelantarse en el marcador luego de que Fernando Navarro sufrió falta por parte de Jiménez en el área, lo que derivó en tiro penal que Matías Britos falló al minuto 64, hecho que cambió el curso de la historia.
Y así, en la agonía del partido (minuto 90) cayó el gol que le dio la victoria a los escualos. El jovencito Luis Alberto Sánchez, con ese descaro que da la novatez, se animó y puso el balón en las redes, para con ello matar al León, que al final tuvo que resignarse con la derrota en casa.
En cambio, Veracruz respira, sale del sótano general y hunde en la tabla por el no descenso al Atlante, que ahora está obligado a vencer al Querétaro, este domingo, allá en Cancún.