Statu Quo es una locución latina que significa "estado del momento actual" y hace referencia al estado global de un asunto o de una situación dada. En este artículo hago referencia al Statu Quo como la situación actual en la que una empresa u organización se encuentra como resultado de una planeación hecha años atrás y que ha traído como consecuencia que la empresa u organización se encuentre en una situación de desventaja y alguno o algunos miembros de la empresa u organización sugieren cambios drásticos que implican riesgos, en aras de seguir competitivos.
Se ha frustrado usted alguna vez porque cuando trata de cambiar las cosas o de implementar ideas nuevas, sus compañeros se oponen y se aferran al pasado? Si sus ideas se topan con coros de voces que le dicen a usted que eso no se puede, que no se pueden dar el lujo de correr riesgos o que deben permanecer haciendo lo que siempre han hecho, entonces sus compañeros están cometiendo un error muy común en la toma de decisiones: Subestimar el riesgo de permanecer en el estado actual de las cosas, del Statu Quo.
En las empresas, así como también en otros órdenes de nuestra vida, las decisiones las tomamos explorando y definiendo los riesgos que se correrán en los diferentes rumbos de acción, pero normalmente no hacemos el análisis de los riesgos que se corren si no hacemos nada, si permanecemos en el Statu Quo. Si solamente consideramos los riesgos que se corren en el intento de cambiar algo, es natural que los miembros del equipo opten por permanecer igual. Desafortunadamente, cuando no se calculan los riesgos en que se incurre por permanecer en ese Statu Quo, eso no significa que esos riesgos no se vayan a hacer realidad, sino que, de hacerse realidad, no vamos a estar preparados adecuadamente cuando se presenten.
Si usted es parte de un equipo de liderazgo en una empresa o en una organización que se encuentra en el punto crítico de tomar una decisión estratégica, ponga al tanto a todos los miembros acerca de los riesgos que se corren cuando se permanece sin cambio, antes de que la inacción vuelva irrelevante a la empresa o la organización.
Para evitar subestimar el riesgo de permanecer sin cambios, debemos orientar nuestras conversaciones hacia lo que los consumidores o clientes necesitan o quieren. Si lo que los clientes quieren o necesitan no ha cambiado mucho en los últimos años, enfoquemos los cambios hacia el ambiente competitivo que nos rodea y preguntémonos si nuestra estrategia original de hace algunos años sigue siendo igual de buena que cuando la tomamos. Tome en cuenta las tendencias sociales, económicas, políticas, de reglamentos y leyes y tecnológicas en las que será necesario reenfocar su estrategia. Lo anterior aplica incluso a estrategias personales de desarrollo.
Al analizar las nuevas alternativas de acción y sus riesgos correspondientes, se debe analizar también el perfil de riesgos que implica el permanecer en una vieja estrategia o en el Statu Quo. Si los riesgos de los cambios a realizar se han clasificado en riesgos de marca, riesgos de operación, riesgos de mercado, etc., se debe hacer la misma clasificación definiendo los riesgos de permanecer igual, para poder comparar "manzanas con manzanas", permitiendo con ello que el equipo de trabajo haga una comparación más balanceada de los diferentes cursos de acción que se pueden seguir. El equipo se debe concentrar en los riesgos incrementales de las nuevas opciones y definir con exactitud en qué puntos la nueva estrategia sugerida es menos riesgosa que la que se ha estado aplicando hasta la fecha.
Si las personas que participan en el equipo de trabajo que analiza las nuevas estrategias se la pasan solicitando cada vez más información y retrasando la decisión con tácticas dilatorias como una forma de oponerse a los cambios, ayúdeles a decidirse preguntándoles, por ejemplo: Qué tanto más debemos saber antes de tomar una decisión en esto? O Qué más requieren para tener por lo menos 80% de confianza en esta propuesta? O qué necesitamos saber exactamente para tomar una decisión? Llamando la atención sobre este titubeo para decidir ante la ausencia del 100% de la información necesaria y estando todos concientes de que prácticamente nunca se tiene el 100% de la información necesaria para tomar una decisión, es más fácil lograr que las personas se decidan a decidir.
Este problema de no evaluar los riesgos de permanecer sin cambios, se presentan incluso en instituciones de educación superior en donde se supone, sus miembros están (o deberían estar) a la vanguardia del conocimiento y de su aplicación práctica. El Statu Quo para muchos significa su particular zona de confort y no están concientes del alto precio que pueden llegar a pagar por su resistencia al cambio y por el desconocimiento del riesgo mayor que corren por permanecer iguales.
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