Sterling, que alzó la voz hasta gritar en un tribunal silencioso, se comprometió a pasar el resto de su vida demandando a la liga.
Un Donald Sterling furioso denunció el miércoles a su esposa, a los abogados de ella y a la NBA desde el estrado de los testigos y dijo que nunca venderá los Clippers de Los Ángeles.
Sterling, que alzó la voz hasta gritar en un tribunal silencioso, se comprometió a pasar el resto de su vida demandando a la liga. Dijo que su esposa Shelly lo había engañado, que no era capaz de comprender el fideicomiso de la familia y que él no le autorizó llegar a un acuerdo para vender al equipo.
Le siguió en el estrado Shelly Sterling, quien declaró su amor por él, pero se dijo convencida de que necesita que lo examinen para ver si padece el mal de Alzheimer.
Mientras se alejaba del estrado por el día, intentó acercarse a su esposo en la audiencia, pero él le gritó: "¡aléjate de mí, cerda!".