El nuevo dueño Steve Ballmer (d) saluda al entrenador en jefe Doc Rivers. Steve Ballmer toma posesión de Clippers
Steve Ballmer sudó, aplaudió y gritó hasta quedar casi ronco al presentarse ayer ante los seguidores de los Clippers de Los Ángeles como nuevo dueño del equipo.
El exdirector general de Microsoft se abrió paso entre la multitud en el interior del Staples Center, al compás de la canción "Lose Yourself" de Eminem. Intercambió palmadas e incluso chocó su pecho contra el de otras personas en su camino al escenario frente a 4,500 espectadores.
Ballmer pagó 2 mil millones de dólares, una cifra sin precedente, para comprar el equipo de la NBA, una transacción confirmada por un juez la semana anterior. En la ceremonia, jamás se pronunció el nombre de Donald Sterling, el antiguo dueño que controló el equipo durante 33 años antes de que la NBA lo expulsara por sus declaraciones racistas.
"Miramos adelante", afirmó Ballmer, luego de quitarse su gorra azul de los Clippers. "Todo se trata aquí de mirar adelante".
El entusiasmo desbordado de Ballmer contrastó con el carácter de Sterling, quien jamás hablaba con la prensa y se mostró sumamente austero a la hora de hacer contrataciones para un equipo que acumuló numerosas campañas perdedoras durante décadas.
Sterling era reacio a abrir la chequera pese a que había amasado una gran fortuna en sus negocios de bienes raíces.
"El día de hoy se concentra en este otro tipo que casualmente tenía 2 mil millones de dólares en el bolsillo", bromeó el entrenador Doc Rivers en el escenario.