Su salud bucal
Una bella ancianidad es, ordinariamente la recompensa de una bella vida. Pitágoras
La salud bucodental en la tercera edad
El envejecimiento hay que verlo como parte del desarrollo. La tercera edad se define como salud funcional y es la que permite que el individuo viva a plenitud de acuerdo con sus posibilidades y capacidad; si cumple sus propias expectativas, esa persona está viviendo de forma saludable; por lo tanto la salud oral forma parte esencial de la salud en general y calidad de vida de los ancianos.
En la salud general del anciano, influye mucho la cavidad bucal, ya que ésta tiene utilidad en el lenguaje, en la masticación y apariencia física, y por ende, en su autoestima. Se dispone de los conocimientos necesarios en relación con la salud bucodental, y a pesar de esto los gerontes siguen corriendo un alto riesgo de sufrir afecciones bucodentales, entre ellas: caries, alteraciones periodontales y cáncer bucal, la sociedad en general, como los ancianos mismos continúan aceptando el deterioro bucal y del aparato masticatorio como un proceso inevitable del envejecimiento.
Entre algunas de las principales enfermedades sistémicas que pueden tener efectos locales en la boca, figuran:
Diabetes: Aproximadamente la padece entre el 15-20% de la población mayor de 65 años y por orden de prevalencia es la sexta enfermedad crónica más frecuente. Los diabéticos que no están compensados tienen más afecciones severas de la cavidad bucal; en tanto que los compensados tienen la misma frecuencia que los no diabéticos. La manifestación más común en los diabéticos es la enfermedad periodontal. Enfermedades hepáticas crónicas y cirrosis: Las enfermedades hepáticas representan la novena causa de muerte en la población de 65 a 74 años. Existe una disminución del gusto y del olfato en los pacientes con cirrosis hepática, que puede influir en la nutrición de éstos. En la cirrosis alcohólica se ha descrito disfunción de la glándula parótida.
La disminución de los factores hemostáticos puede tener consecuencias que ocasiona hemorragias con facilidad tras procedimientos quirúrgicos, o con la presencia de gingivitis y enfermedades periodontales. Los pacientes que padecen artritis, afección muy frecuente, la causa más común de dolor es el articular secundario o oseontrosis, también puede afectar la articulación temporomandibular. Produce dolor al masticar, con un "click" y limitación para abrir la boca. Debemos tener también en cuenta su estado nutricional; si hay gran pérdida de dientes, causa disminución en su capacidad masticatoria, repercute en un estado nutricional no adecuado; razón por la cual es importante restablecer la capacidad masticatoria, para compensar el bajo funcionamiento del tubo digestivo. Existen barreras en la atención odontológica de las personas mayores, éstas son: limitaciones personales (parte del envejecimiento), físicos (incapacidad), psíquicos (enfermedades mentales), sociales (factores económicos). Estudios realizados indican que la higiene bucal está sensiblemente deteriorada en este grupo poblacional, lo cual causa muchos estragos en la salud bucodental.
La odontología actual, (desde hace muchos años) es prevenir, antes era curar, ahora hay mayor educación dental, un gran porcentaje de personas acuden a supervisión bucodental como parte de estrategia, antes iban sólo por dolor. La actitud del paciente es muy importante, es necesario cuidar el temor o ansiedad.
El aumento en la expectativa de vida en algunas poblaciones y la importancia de la salud vital durante todo el transcurso de la vida, han hecho que dentro del campo odontológico se creara un nuevo campo que sería conocido como odontología geriátrica. En esta especialidad se trata el estado bucal de pacientes de la tercera edad, que inevitablemente está ligado con el cuidado bucal que hayan realizado durante su vida. Resulta vital conocer la naturaleza exacta de todos los medicamentos que está tomando; datos que deben considerarse al plantear el tratamiento. Además se debe prestar particular atención al examen de los ganglios linfáticos, suelo de la boca, lengua y oro faringe. También la transformación creciente de los huesos del anciano debe tenerse presente al interpretar las radiografías.
La pérdida de dientes es lo que marca la forma facial de la mayoría de los ancianos, sobre todo en aquéllos que tienen como soporte la musculatura facial. Los casos más comunes es la retracción de las encías, abrasión de las estructuras dentarias, recesión. Cuando esto ocurre se produce una mayor exposición del diente, todo esto causa pérdida de la dimensión vertical, apareciendo estéticamente más viejito.
Entre los cambios funcionales, el principal es la pérdida de saliva pues ésta disminuye su calidad debido a las proteínas que la componen, lo cual afectará directamente a la formación de caries.
Fuente: Instituto para la Atención de los Adultos Mayores en el Distrito Federal. INAPAM, Abstract: The Bucodental Health in the third age.