SU SALUD BUCAL
INFECCIÓN DE OÍDOS
Infección del oído medio es la principal razón de visita al pediatra antes de los dos años de edad, seguido al resfriado común como causa de enfermedad infecciosa. Alrededor del 75% de los niños padecen de un episodio de otitis media antes de los 3 años, y el 50% lo repite tres o más veces. El rango de edades con mayor predisposición va de 3 meses a 3 años de edad, pero es común hasta los 8 años. De los niños que muestran infecciones de oído de manera repetida, entre el 55 y 10% pueden desarrollar pequeños agujeros en tímpano como resultado de la presión del líquido. Un dato relevante en Estados Unidos fue en el periodo de 1996, la operación más común que se realizó en niños fue la inserción de tubos timpánicos, con un total de 280,000 (Paradise, J.L Elster, B.A. y col). Los niños tienen más infecciones que los adultos por dos razones: 1) Tienen más resfriados e infecciones respiratorias que los adultos; 2) La trompa de Eustaquio es más corta, más gruesa y menos inclinada en los niños que en los adultos, favoreciendo que las bacterias viajen de la nariz y garganta hasta el oído. La otitis media aguda es un estado patológico caracterizado por la presencia de un exudado en la caja timpánica, cuyas características varían según su etiología. Esta enfermedad puede presentarse en la consulta como consecuencia de irritantes respiratorios (tabaquismo ambiental) infecciones virales recientes adquiridas en bebés y niños que empiezan a caminar, como el resfriado, sinusitis, alergias, infecciones de la nariz o de la garganta o por tener adenoides agrandadas. Se ha demostrado que hacer adenileictomías en combinación con timpanostomía no tiene una ventaja sobre una timpanostomía simple en la prevención de la otitis media recurrente. Incluso la inserción de tubos en timpanostomías en los niños menores de 3 años, no es mejor en los resultados que a los 6 años. Existen otras condiciones como son el paladar hendido y el síndrome de Down, a las que se ha relacionado la Otitis Media aguda por ser afecciones que pueden causar anomalías en la trompa de Eustaquio. Sin embargo, también podemos encontrar factores predisponentes como el uso del chupón y biberón donde algunos autores mencionan que el mayor riesgo de desarrollar infección de oídos en su parte media en infantes es dos veces mayor si el chupón es utilizado, y cinco veces mayor si es utilizado en la alimentación con biberón o cuidado en guardería. Las infecciones pueden ser causadas por bacterias, entre ellas incluyen haemophilus Influenzae, Streptococcus Pneumoniae, Moraxella, Catarrhalis, Streptococus Pyogenes (menos del 5% de los casos) Staphylococcus aureus (menos del 3% de los casos) Cuando buscamos confortar al bebé ante un malestar gripal o general la costumbres más común es darle su biberón o chupón y recostarlo en la cuna. Al recostarlo y ponerlo en una posición supina o acostado con el biberón, por diferencias de presión negativa entre la succión y la deglución, contrae los músculos tensores del velo palatino generando un reflujo o presión de líquido en el área nasofaríngea permitiendo el paso bacteriano. La leche de vaca aumenta la posibilidad de una diseminación bacteriana y agregado con alergia uno o más componentes de esta fórmula puede alterar la mucosa de la trompa de Eustaquio y el oído medio. Sin embargo se sabe que si el contenido del biberón es de la leche materna, ésta puede inhibir el crecimiento microbiano por la presencia de componentes naturales como inmunoglobulinas, leucocitos, y factores del complemento, antivirales-interferón, antibacterianos-lactoferina y lizosima. La leche misma evita adherencia de bacterias neumococos y hemophilus influenza a las células epiteliales de la mucosa respiratoria. Concluye el autor que los niños amamantados durante 12 meses o más tuvieron diferencias estadísticas significativas menores de otitis media que los niños amamantados con biberón en el momento del nacimiento y del primer mes.