Sufren desde hace 7 meses por escasez

Desde hace más de siete meses las tuberías, mangueras, regaderas y llaves de la vivienda de Brenda Rocha Soto se encuentran de adorno al no contar con el servicio de agua potable. Vive en la calle Principal del ejido La Concha de Torreón, en donde la mayoría de las familias se encuentran en la misma situación.

Aunque las pipas del Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento (Simas) llegan a este lugar por lo menos cada tercer día, no todas las familias se benefician con esa misma frecuencia, sino cada ocho días, si bien les va.

Ayer fue un día de suerte para Brenda y el resto de sus vecinos. La pipa llegó. De inmediato las amas de casa sacaron tinas, baño y grandes recipientes para guardar toda el agua posible, de lo contrario deberían esperar una semana para poder hacerlo o un poco más.

Dos tinacos y dos baños fue lo que alcanzó a llenar en la casa de Brenda Soto, y dos tanques de 200 litros en casa de doña Juana Oviedo, también vecina de este lugar.

Ambas han aprendido a hacer buen uso del agua, pues con esa cantidad, deben lavar ropa, trastes, bañarse y utilizar el sanitario. Cuando ésta se acaba, deben recurrir a otros vecinos o a otros sectores para poder abastecerse.

Lo único que llega puntual, es el recibo del agua. "¿Qué estarán cobrando?, seguro los tubos que se están echando a perder", dice Brenda, mientras que doña Juana dice "el recibo (llega) muy puntualito. A mí me está llegando de 400 pesos, me cobran el aire o el trabajo de venir a cobrar".

Los vecinos atribuyen su falta de agua a la construcción del estadio de futbol Territorio Santos Modelo, que se encuentra justo enfrente de este sector.

Y es que comentan que casualmente, desde su apertura, el agua potable comenzó a escasear, pero el problema en la actualidad es más severo, debido a que desde hace más de siete meses se encuentran sin una gota de agua en la mayor parte del ejido, pues en otras sale con muy poca presión y sólo en las llaves de paso.

Aunque han manifestado su situación a las autoridades del Simas en varias ocasiones, la respuesta ha sido nula. "Simas nomás no resuelve nada, que al rato habrá agua y que al rato y al rato", dice Ana Rosa González, otra de las madres de familia molesta con el problema.