El Club Vaqueros Laguna, sigue adoleciendo de la falta de uno o dos buenos cerradores, porque recordemos que la Temporada pasada de la Liga Mexicana de Beisbol, dejó ir o perdió, más de 15 juegos.
La noche del martes, en el primer choque de la serie entre Vaqueros y Diablos Rojos del México, nos vino a la mente aquellas noches trágicas, tanto en el Estadio de la Revolución, como en otros Parques del circuito veraniego, cuando todo mundo se frotaba las manos, pensando que el triunfo ya la tenía en la bolsa la novena naranja.
Pero nada, siempre que entraba un "cerrador", únicamente lo hacía echando a perder la labor del pitcher abridor o de los relevos cortos. Razón por la cual, se dejaron ir muchos triunfos, que seguramente hubieran metido en los play-offs a Vaqueros Laguna.
Aunque en la regla, no existe la palabra "hubiera", se insistió mucho que la directiva de la novena de casa buscará en el mercado extranjero o nacional un buen "cerrador", que ayudara a los pitchers inicialistas, pero al parecer esa labor no es fácil de cumplir, porque ya estamos prácticamente a la mitad de la Campaña 2014 de la LMB, y se sigue presentando el mismo panorama que el año pasado.
Recordamos la noche del martes anterior (3 de junio), cuando el dominicano Claudio Vargas había realizado un excelente trabajo por espacio de 6 innings y el relevo corto de Iván Zavala, cuando llegó al montículo el también dominicano Alexis Lara en el octavo episodio, a buscar conservar la ventaja de 3 carreras que tenía el equipo de casa, pero ante la desesperación y desilusión de los aficionados que esa noche se dieron cita en las tribunas del Revolución, llegó a realizar un pésimo trabajo, al no sacar un tercio de entrada y permitiendo que el cuadro Lucifer empatara la pizarra, originando que el cotejo se extendiera a extra innings.
Pero gracias a los batazos oportunos, primero, de Santiago González y enseguida de José Manuel Orozco, se pudo anotar la carrera de la diferencia, siendo así como Vaqueros Laguna alcanzó una importante victoria.
Debo reconocer, que los lanzadores, tanto abridores como relevos, son humanos, y como tales también tienen sus fallas, o como dice el pueblo, "también es de humanos errar" y fue lo que ocurrió la noche del martes en el Revolución. Pero la rabia y el coraje, no se puede ocultar.
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