Leones Negros sumaron su primer punto en la Liga Bancomer MX. (JAM MEDIA)
Parece que aburrir será el sello distintivo de un equipo presionado en extremo por el fantasma del descenso. Con un juego por grandes lapsos tedioso, a los Leones Negros apenas les ha alcanzado para sumar su primer punto del Torneo Apertura 2014, tras igualar este domingo 0-0 frente al Toluca, en la cancha del Estadio Jalisco. El recién ascendido apenas da señales de vida.
La Universidad de Guadalajara, en busca de sumar por primera vez desde su regreso al máximo circuito, asume la obligación del partido en los minutos iniciales y busca ofender, sin demasiada fortuna. Tras una pared, Andrés Ríos queda solo dentro del área, con panorama amplio y tiempo suficiente para decidir. Opta por definir él mismo, de pierna derecha, raso y sin fuerza, para que Alfredo Talavera controle el esférico, al ‘12.
Son los mejores momentos de los Leones Negros, un equipo hasta ahora con más corazón que entendimiento colectivo. Un centro nace desde el costado derecho. Es pasado y elevado. Fidel Martínez lo mide con la mirada. Da los pasos necesarios para encontrarse con la redonda. Da libertad a la pierna izquierda. Volea espectacular. El zurdazo es potente. Talavera luce sus reflejos. Un manotazo tapa el peligro, al ’13.
Pero ahí se termina el combustible de los Leones Negros. En su presentación como local, ante Querétaro, habían sido 10 buenos minutos de inicio. Ahora, ante Toluca, son 13. Entonces se acaban las ideas. Se extingue la imaginación. Y, como consecuencia natural, el resto del primer tiempo se convierte en un tedioso movimiento de balón, de un lado a otro, sin mayor intención.
Los Diablos Rojos son visitantes y no cargan obligación. Sumar en patio ajeno siempre es bien recibido. Por eso, administra el esfuerzo. Sobrelleva con calma los minutos. El esfuerzo es apenas el necesario. Hasta el minuto 32, una incursión de Carlos Esquivel, por el lado derecho, genera sensación de peligro.
Tras quitarse a Rodrigo Follé, debutante en la Primera División de México a los 30 años, tras pasar una década en distintos equipos de la Liga de Ascenso, el futbolista visitante llega a línea de fondo. Manda una diagonal retrasada a Lucas Lobos, que tiene el marco de frente. Pero cuando remata, la salvadora pierna de Leandro Cubre se barre y apaga el riesgo con un “taponazo” del que saca la peor parte el argentino naturalizado mexicano. No hay más en el lapso inicial.
En la parte complementaria, los Leones Negros cuidan mejor la posesión de la pelota. Su obligación es ir en busca de un gol para soñar con la victoria. Lo hacen, pero sus esfuerzos son poco claros. Todo lo contrario al Toluca que, cediendo el esférico, tiene mucha mayor inteligencia para explotar los espacios que dejan abiertos los locales.
Por eso, sus aproximaciones crean más daño. Al ’50, Pablo Velázquez mide un centro pasado a segundo poste. Controla con el pecho y define cruzado, de pierna izquierda. Supera el lance del arquero Humberto Hernández, pero la redonda se estrella en el poste, para robarle a Toluca el grito de gol.
Dos minutos más tarde, Lucas Loboso toma el esférico en la orilla del área. Saca un disparo potente y exige el máximo esfuerzo del “Gansito” Hernández, quien desvía con una mano a tiro de esquina, tendiéndose hacia su derecha. Un atajadón.
Otro factor juega en contra de los Leones Negros: el nerviosismo que genera la presión. Cuando un equipo recién asciende, necesita resultados de inmediato, para respirar con tranquilidad en la tabla porcentual. La UdeG no tiene esa calma. Al ’66, Félix Araujo se encuentra una pelota cómoda en el área, para despejar sin problema. Pero un espantoso rebanón, permite que Isaac Brizuela remate casi en el área chica, aunque desviado, para fortuna de los locales.
Los dirigidos por Alfonso Sosa despiertan al ’78, con una buena devolución de Diego Campos, dentro del área, para William Ferreira, quien no puede conectar adecuadamente y remata sin fuerza, a las manos de Alfredo Talavera. Insiste al frente. Al ’87, Fidel Martínez patea al arco dentro del área. Miguel Ponce Barre y tapa. Se pide una mano. No se señala.
El partido no da para más. El silbatazo final da a la Universidad de Guadalajara su primer punto desde el regreso al máximo circuito. Sin embargo, es la segunda presentación en casa sin victoria. El equipo de Alfonso Sosa sigue al fondo de la clasificación general y porcentual. La presión será el pan de cada día para este club durante todo el torneo.
