Grave. La crisis de violencia en el Estado de México por la tala de árboles va en crecimiento.
Los talamontes entran por las tardes al bosque, pero verlos de lejos sí da miedo, admiten los miembros del Comité de vigilancia de San Mateo Almomoloa del Municipio de Temascaltepec, Estado de México.
Jorge Domínguez, comisario del Ejido de San Mateo Almomoloa, y Socorro Peñalosa revivieron sus experiencias como vigilantes de una de las regiones boscosas más críticas en tala clandestina.
"(Los talamontes) hacen su labor en las tardes y se oye el ruido, entonces vamos a ver, pero desde lejos. Mejor no nos acercamos, aunque vayamos varios no tratamos de hacer nada porque ellos están bien armados", dijo Socorro.
"Sólo tomamos fotos ya cuando se fueron, tomamos fotos del desorden que dejan pero fotos personales de ellos no les tomamos porque sí da miedo verlos hasta de lejos. Como nosotros hacemos recorridos, les pasamos fotos a Profepa para hacer el reporte, nos toca vigilar toda el área de los Saucos que tiene pino y oyamel", agregó la autoridad ejidal.
Los talamontes clandestinos operan en los bosques de oyamel aledaños al territorio que vigilan.
Los integrantes del Comité recibieron un cheque de mil 800 pesos por el día trabajado durante la reforestación de ayer y al que acudieron funcionarios federales y estatales.
La cantidad deberá ser repartida entre los diez integrantes de la brigada, quienes también tienen acceso a apoyos económicos de Probosque y del programa de Pago por Servicios Ambientales.
Cruz Juvenal Roa, secretario de medio ambiente del Estado de México, confirmó que la tala clandestina continúa particularmente en Temascaltepec, Valle de Bravo, Ocuilan, Xilotzingo, Almoloya, Sultepec, Nicolás Romero y Donato Guerra.
"Tenemos identificadas estas zonas en donde se está llevando cabo la tala clandestina pero de manera coordinada con la autoridad estatal y federal estamos entrando a realizar los operativos", reportó.
Además, 120 de los 303 aserraderos de la región tienen un proceso administrativo en el que deberán desahogar pruebas, y 25 ya están clausurados de manera definitiva.
Hoy en día, añadió, se requiere un dictamen de factibilidad de Probosque para que se pueda crear un nuevo aserradero y pueda operar en la región.