Mujeres. Las espera en la parada del camión.
María X ya no quiere comer, no quiere ir a la escuela, pasa las horas dormida en casa. Hace dos días un hombre la siguió, se acercó a ella y le olió el cuello. Lo mismo le ha sucedido a su hermana quien tiene que caminar varias cuadras para tomar el camión e ir a trabajar; en ese trayecto el hombre las acecha. El pasado martes por la noche le llamaron a la Vicefiscalía y acudieron agentes de la Dirección Estatal de Investigación (DEI), y elementos del Ejército Mexicano, pero el hombre se les escapó entre la maleza.
Hasta ahora se le ha visto merodear por las colonias San Juan Villegas, San Daniel, San Ramón, Loma Real y San Juan 1 y 2 de Lerdo.
Corpulento, alto, de tez morena, ojos grandes y una cicatriz en el cuello, así es como describe María X al hombre que la acosa. En el rostro tiene una marca, pero cuando lo tuvo cerca se percató que eran arañazos.
Escurridizo atacante
Camino a la escuela María X sintió que alguien la miraba, caminó rápido y afortunadamente pasó el camión que la lleva a la escuela, cuando se sintió un poco segura notó que las miradas seguían, el hombre estaba en el camión y la veía desde lejos. Cuando llegó a la escuela dice que la persona duró mucho tiempo mirándola desde una esquina.
"Mejor nos vamos de aquí porque mis niñas están austadas, tienen miedo", dice la madre de María X. Llora de impotencia.
"Mucha gente se va a salir de sus casas porque tienen miedo. Anda violando a los niños, a señoras".
Es tal el miedo que un grupo de jóvenes se han puesto de acuerdo para proteger a las señoras y jovencitas en la parada del autobús.
Acosadores
Hay otro hombre que también ha seguido a las jóvenes , pero ese hombre es muy delgado y no han logrado verle la cara. Les grita improperios y las estruja.
