Encuentro. La directora del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, en el 'Conversatorio sobre Economía Global'.
Los potenciales desafíos derivados de la baja inflación en la zona euro, y las críticas al retraso a la reforma del sistema de cuotas por EU fueron los temas principales de la asamblea de mitad de año del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM).
"El BCE ha mantenido unas condiciones monetarias expansivas y debería considerar más acciones si la baja inflación se hace persistente", apuntó el comunicado del Comité Financiero y Monetario del organismo internacional.
Durante las conferencias, el FMI ha remarcado los efectos negativos que podría tener la baja inflación, al reducir la demanda y la producción, en una recuperación económica aún frágil en la zona euro.
El último dato del índice de precios en la zona euro de marzo se situó en una tasa anual del 0,5 %, muy por debajo del objetivo del BCE del 2 %.
El propio presidente del BCE, Mario Draghi, reiteró en su participación en las reuniones en Washington que el organismo rector de la política monetaria en la zona euro "mantiene su determinación para actuar rápidamente si es necesario" y que "no excluye medidas adicionales de expansión monetaria". Entre ellas, se barajan "medidas no convencionales".