Tradición. Carlos García, modelista y coleccionista de vehículos.
En el mundo del automovilismo hay un lugar en el que sólo los "fanáticos de hueso colorado" tienen cabida, es el rincón de los coleccionistas y modelistas de autos a escala.
Un pasatiempo que muchos mexicanos comparten, pero en el que Carlos García, es todo un experto.
Orgulloso por su tesoro, García nos invita a su cuartel en la colonia Narvarte en la ciudad de México, donde nos platica de su adicción por esta actividad, de cómo se inició, de sus experiencias y sus planes. Sin darse cuenta, sumó más de 40 años como coleccionista y modelista de autos a escala y en ese tiempo ha reunido más de 11 mil piezas.
Caminar en los pasillos del cuartel es toda una aventura; es difícil circular por ahí con el embotellamiento miniatura que obtruye el paso.
Carlos García no puede ocultar la pasión que vive por el mundo de los autos, la transmite cuando señala cada vitrina que resguarda su tesoro, cada modelo de diferentes décadas y cuando recuerda que en 1965 armó su primer auto, un Duesenberg 1934, un regalo de Los Reyes Magos.
Entusiasmado por la historia de sus autos, el anfitrión recuerda con nostalgia, que de joven fue un gran admirador de los hermanos Ricardo y Pedro Rodríguez.
