Actualmente, más de 18,000 agentes vigilan la frontera, cerca del doble de lo que se registraba diez años atrás. (Archivo)
La crisis por los niños migrantes en Estados Unidos ayer dio un giro con el inicio de la militarización de la frontera texana.
El gobernador de Texas, Rick Perry, ordenó el despliegue de mil soldados de la Guardia Nacional para "reforzar la seguridad fronteriza" en respuesta a la ola migratoria y a la ausencia de recursos federales para contenerla.
En rueda de prensa en el capitolio estatal en Austin, Perry informó que la movilización de los soldados se realizará durante los próximos 30 días en el marco de la operación "Seguridad Fuerte".
Texas es el estado de la Unión Americana que tiene la frontera más extensa con México, 2,018 kilómetros, de los cuales una cuarta parte (512 km.) son con Coahuila.
El gobernador texano dijo que en los últimos meses las medidas de seguridad en la frontera se han visto rebasadas por el arribo de decenas de miles de menores migrantes no acompañados que están cruzando a Estados Unidos.
Perry comentó también que los cárteles y bandas criminales están explotando esta situación para la trata de personas y cruce de drogas.
"No me voy a quedar de brazos cruzados mientras nuestros ciudadanos están bajo asalto", dijo el gobernador. "El precio de la inacción es demasiado alto para que lo paguen los texanos", agregó.
El gobernador precisó que las tropas de la Guardia Nacional trabajarán junto a los agentes estatales del Departamento de Seguridad Pública de Texas para garantizar la seguridad de todos los residentes de la entidad.
Los soldados ayudarán también a combatir a los cárteles de la droga y disuadir la entrada de otros delincuentes extranjeros.
La acción de Perry fue criticada de inmediato por legisladores demócratas. "La militarización de nuestra frontera es la respuesta equivocada a la llegada de estos niños", dijo el congresista Joaquín Castro.
Por su parte, Fernando García, director de la organización Border Network for Human Rights (Red Fronteriza de los Derechos Humanos), dijo que "es una decisión deplorable, está desplegando soldados para enfrentar a niños. Esto no tiene que ver con seguridad, sino con las ambiciones políticas del gobernador".
Y es que Rick Perry aspira a ser candidato a la Presidencia de Estados Unidos en 2016.
Más de 18,000 agentes vigilan la frontera, cerca del doble de lo que se registraba diez años atrás.
