El venezolano Salvador Pérez no había tocado la almohadilla en una jugada que terminó en out. (AP)
Un infielder suplente, que rara vez juega, tuvo un impacto vital en una secuencia que resultó clave para los Tigres de Detroit.
Desde la cueva, Hernán Pérez se percató que su compatriota venezolano Salvador Pérez no había tocado la almohadilla. Fue lo que puso en marcha una alocada jugada que acabó en un out en vez de la carrera de la ventaja para los Reales.
En su lugar, los Tigres acabaron imponiéndose ayer 3-2 ante Kansas City para consolidarse en la punta de la división Central de la Liga Americana.
El pitcher ganador Max Scherzer dijo que le dará una buena recompense a Pérez, el venezolano de 23 años que pasó el grueso de la campaña en las menores y apenas cuenta con tres turnos al bate esta campaña en las mayores.
"Lo que él quiera - cena, almuerzo, desayuno, tragos- lo que sea", dijo Scherzer. "Es una jugada única. Es increíble que teníamos a alguien tan astuto en la banca que se pudo dar cuenta".
Joe Nathan sorteó un atolladero en el noveno inning, y los Tigres ahora lideran por dos juegos y medio de diferencia a los Reales. Kansas City comparte -de momento, el segundo wildcard con Seattle, que perdió 10-1 ante Houston.
Detroit, en puja por su cuarto título de división seguido, le tiene la medida tomada a los Reales, victoriosos en 13 de los 18 juegos que han disputado en la campaña, incluyendo ocho de nueve en el Kauffman Stadium.
El giro del partido se produjo en el sexto, con la pizarra empatada 1-1.
Con Salvador Pérez en el tercero y Eric Hosmer en segunda con un out, Omar Infante bateó una línea en dirección al segunda base Ian Kinsler. Al intentar el doble play, Kinsler tiró al campocorto Eugenio Suárez y la pelota se internó en el bosque izquierdo.
Pérez, quien intentaba regresar a la antesala tras la atrapada, cambió de dirección y se enfiló al plato. Parecía que anotaba la carrera que quebraba un empate.
"Tengo que darle el crédito. Hernán Pérez fue el primero en percatarse, mirando el juego desde la banca", dijo el manager de los Tigres Brad Ausmus. "Así fue que empezó todo".
Scherzer (17-5) regresó al montículo y apeló al umpire de tercera base, al advertir que Pérez no arrancó tras tocar primero la almohadilla.
Larry Hanover, el umpire de la tercera base y coordinador del grupo de árbitros, había indicado que Pérez estaba quieto, lo que motivó que Ausmus pidiera el análisis de video.
"Tenías que apelar. Le dije a Larry Vanover; 'vamos a apelar que Pérez nunca regresó y tocó la base'''.