Calidad de vida. 'Alejndro' lleva una vida normal y tiene muchos planes en mente.
Un descuido marcó para siempre la vida de "Alejandro", diagnosticado con VIH positivo hace casi tres años. Pese a ello, su vida es casi como la de cualquier otra persona sana, gracias a la disciplina que lleva en su tratamiento y sobre todo a sus ganas de vivir, porque entre sus planes no está morir y mucho menos hacer sufrir a su familia ni a sus seres queridos.
A sus 22 años, estudia y trabaja para poder costear sus gastos. Aunque también se divierte como cualquier joven con ganas de vivir y disfrutar cada segundo de su vida.
Recuerda que fue saliendo del antro cuando se practicó una prueba rápida de VIH- SIDA, la cual se hizo sin dudar pues hacía un año y medio atrás que se había practicado una similar con resultados negativos. En esa ocasión, no fue así.
Afuera de ese sitio se llevaba a cabo una campaña denominada "Soy chingón porque siempre uso condón" por parte de la organización Proyecto por TI, encabezado por Raymundo Valadez, activista por los derechos LGBT en la región.
Y fue precisamente Valadez quien le dio la noticia. "Ya con la prueba que fue positiva, Raymundo me canalizaron al Capasits ( Centro Ambulatorio de Prevención y Atención en Sida e Infecciones de Transmisión Sexual) que es una institución gubernamental que proporciona atención y tratamiento a las personas VIH positivas", cuenta Alejandro, quien solicitó el anonimato.
En lugar de una prueba confirmatoria, en el Capasits, le practicaron una prueba de carga viral y CD4, necesaria para saber la cantidad de VIH en sangre. Cuanto más virus haya en ese fluido menor será el recuento de las células CD4, son los glóbulos blancos que ayudan a organizar la respuesta del sistema inmunitario frente a las infecciones.
"En la prueba de carga viral, apareció que tenía ya muchas réplicas del virus, lo que quiere decir que ya tenía bastante tiempo un o dos años que era positivo", cuenta tranquilo.
Aunque sorprendido con los resultados, Alejandro fue pensando en lo que iba hacer después. "No estaba en mis planes, obviamente, pero pues no iba a permitir que interfiriera en mi vida, tengo proyectos por realizar y pues la verdad uno de ellos no es terminar o ponerme mal", dice con entusiasmo.
"Me mentalicé primero que nada, que todo iba a estar bien, y buscar todas las opciones posibles para poder continuar de la mejor manera, es decir, tomé el toro por los cuernos".
Casi de inmediato, inició con su tratamiento. Desde su diagnóstico toma dos pastillas antirretrovirales cada 24 horas, ni un minuto más, tratamiento que deberá seguir durante el resto de su vida, para no comprometer su salud y no ser presa de cualquier infección, que pudieran costarle la vida.
VIDA DE CALIDAD
Al inicio de su tratamiento en el Capasits Torreón, el médico no le negó casi nada, ni le prescribió alguna alimentación en especial ni lo privó de e practicar ciertas actividades. "Pero Raymundo que lo considero un experto y conocedor del tema, me indicó seguir con una muy buena alimentación. Si era yo muy variado en mi comida, pero debía serlo un poco más en cuanto a verduras, minerales, vitaminas, proteínas, más saludable".
Lo más duro dice, es seguir el tratamiento al pie de la letra. Y es que unos minutos libres del medicamento, podría provocar una caída de las células CD4 y permitir que el virus tenga más réplicas.
"Para que el efecto dure exactamente las 24 horas, debo tomarlo a partir de la 24... hablé con el doctor para cambiar la hora porque en la noche realizaba actividades que no me imposibilitaba realizar pero sí me daba un poquito de molestias, por ejemplo si no he ingerido alimentos, comienzo a sentir mareos, me pongo así como que un poquito alegre, esas cuestiones sí me incomodaban un tanto. Entonces opté por preguntarle al médico y tomármela en la mañana. Y pues súper bien, pues así realizo actividades de menor concentración y me es más fácil de sobrellevarlo".
Otro de los efectos secundarios que pudiera presentar durante el tratamiento, son la acumulación de grasa en diversas partes del cuerpo y mareos intensos que pudieran provocar hasta desmayos, por fortuna, Alejandro no los ha manifestado.
Para evitar ser víctima de un resfrío que pudiera complicarse en él, debe abrigarse bien y siempre seguir el tratamiento, "puesto que soy más susceptible a los resfriados (...) lo raro es que soy el que menos se enferma en casa y con mis amigos, ellos se la pasan la mayor parte del año enfermos y yo una o dos veces".
SIN GRANDES CAMBIOS Alejandro reconoce que sólo las personas más allegadas a él saben de su padecimiento, "mi familia y mis amigos más cercanos, no lo comento con las demás personas, no porque me avergüence o porque vaya a tener miedo al rechazo, la verdad es algo que no me interesa, sé que las personas que realmente me quieren van a estar conmigo.
El joven trabajador y estudiante asegura que la relación con sus amigos se mantiene intacta así como la de su familia, quienes reconoce que en el algún momento le han expresado su miedo al qué pasará después, "pero he tratado de demostrarles que yo voy a estar bien y que voy a tratar de estar bien lo mejor posible".
Aunque reconoce que sí ha tenido momentos de flaqueza, los cuales ha manifestado en parte por el tratamiento que otro de los efectos secundarios es la depresión. "Hay que saber sobrellevar lo que uno ya siente, más el efecto del medicamento, entonces sí ha habido momentos en los que me siento desesperado, con ganas a lo mejor de llorar, deprimido, pero cuando siento eso, voy y platico con mi mamá o salgo a dar la vuelta a respirar, a lo mejor a una fiesta tranquila, cosas así".
"A veces se me olvida que soy VIH positivo, lo tengo en consideración para la alimentación y para no desvelarme, y otras situaciones. Pero para andar en la calle y andar pensando en eso, realmente se me olvida. A veces más que nada la desesperación es porque o estoy muy estresado con la escuela o con el trabajo".
ALGO PARA PENSAR Alejandro sí se arrepiente de no haberse cuidado en el momento de que fue infectado, porque gracias a su enfermedad es imposible predecir su estado de salud. "Me ha ayudado a cuidarme más, a tener más consciencia y más cariño hacia mi persona, el no desvelarme, andar tomando, en fiestas o no llegar a mi casa u otro tipo de situaciones que muchas veces los jóvenes de hoy en día no pensamos".
Es por ello que aconseja a todos los jóvenes a cuidarse y hacer uso del condón. "No porque sientan prisa o sientan que ya es mucho el lívido o es mucha la excitación, que se cuiden a pesar de todo, que se den el tiempo para pensar tantito, despejar su mente y poder cuidarse adecuadamente y no hacer las cosas a la ligera porque las consecuencias pueden ser muy graves".
Dice que no sólo los jóvenes deben seguir su consejo sino toda aquella persona que sea sexualmente activa independientemente de su preferencia sexual. "Deben practicarse esas pruebas cada tres meses e independientemente si se cuidan o no porque el riesgo existe no solamente para el VIH, hay otro tipo de enfermedades como es el VPH (Virus del Papiloma Humano), el herpes genital, muchas de ellas no son cubiertas por el condón, tanto para hombres y mujeres".
PLANES
Con todo un futuro por delante, Alejandro está dispuesto a seguir con su tratamiento para mantener su calidad de vida y continuar con sus planes, como el terminar su carrera y ejercerla, para ser un hombre de éxito.
AÑOS
Han pasado desde que le diagnosticaron VIH positivo.