En un juego en el que se conectaron 39 hits y se anotaron 32 carreras, encontrar un pitcher que ponga algún cero en la pizarra es como hallar un oasis en el desierto y el manager Miguel Ojeda encontró en Juan Sandoval el salvador al poner ceros en las entradas siete y ocho cuando los Diablos Rojos ganaban un duelo de batazos por 15-14 sobre los Sultanes de Monterrey al abrir el viernes la serie que tiene sabor a playoff.
Hasta ese momento los Sultanes habían anotado carrera en cada una de las seis entradas anteriores y la moneda estaba en el aire pero Sandoval fue el salvavidas y en el cierre del octavo los Diablos anotaron las dos que fueron realmente las carreras del triunfo ya que en el noveno los Sultanes armaron otro rally y el México pudo prevalecer 17-15.
Nos hizo recordar aquellos agarrones que se daban los Rojos en el Parque Delta en los años cuarenta cuando había tanta ofensiva como en aquel partido de 1941 en que impusieron la marca de 15 carreras en un inning que ha perdurado por 73 años.
El viernes anotaron ocho carreras en la segunda entrada y al tomar ventaja de 9-2 lucía decisiva pero no en el Foro Sol y con los Sultanes de enemigo. Al poco rato ya ganaban los regios 12-9 cuando los Diablos tuvieron que emplear su método favorito, ganar viniendo de atrás, y armaron otro rally en que el batazo estelar fue un doble de Gabriel Gutiérrez que produjo tres carreras y le devolvió la ventaja a los de casa, con un hit del especial novato Jesús Fabela trayendo la última carrera del nuevo ataque con su tercer hit de la noche que lo puso en .355 de average.
Iban 15-12 al frente pero un jonrón de Adán Muñoz de dos carreras puso el juego 15-14 hasta que Ojeda encontró el oasis tan buscado en Juan Sandoval que fue una sorpresiva contratación y ha rendido buenos dividendos a unos Diablos que al terminar el día ya tenían ventaja de tres juegos en el primer lugar de la zona norte.
Sergio Gastélum dio cuatro hits y conecto el único jonrón para Diablos, mientras los Sultanes se volaron la barda hasta cinco veces pero los Rojos terminaron con dos carreras más que los Sultanes.
Un juego que fue un auténtico carrusel con los peloteros dando la vuelta a las bases una y otra vez por lo que deben haber corrido como en un maratón. Por cierto que los Diablos y Monterrey tienen el récord de más carreras anotadas en un juego al ganar los Rojos 29-16 el 17 de junio de 1945 en el querido Parque Delta. El viernes hubo 13 carreras menos. Y al estilo Raúl Velasco, "aun hay más".
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