NO me cabe la menor duda que el bateador más temido que hemos tenido en las Ligas Mayores por los últimos años se llama David Ortiz, aunque no con ello quiera decir que sea el mejor a la ofensiva. Miguel Cabrera ha ganado dos títulos de bateo y tiene muchos mejores números que Ortiz por lo que debe ser considerado el número uno. Pero cuando se trata de encontrar al bateador que más intimida al llegar a la caja de bateo la respuesta es Ortiz. Cuando los pitchers lo ven llegar al home es como un susto fuerte en la fiesta de Halloween, o salido de una narración de cuentos terroríficos. Con todo respeto es un "animal", considerando ésta como una palabra de admiración.
Ortiz es por mucho el que hace importante el orden al bat de Boston, y si usted lo quita, el line up es uno normal como hay muchos. Es como si un país poderoso decide quitar la bomba atómica de su arsenal.
Hace unos días el famoso y muy buen narrador Ernesto Jérez se pasó buena pare de todo un inning y algo más insistiendo en que David Ortiz debe llegar a ser elegido para el Salón de la Fama. Aunque muchas veces se trata de ver el futuro, David Ortiz todavía es parte muy importante del presente y aunque este año ha bajado su porcentaje a .249 ya tiene 26 jonrones.
Ortiz tiene los números para con el tiempo ser considerado como candidato al templo de inmortales con un total de 457 jonrones y .285 de porcentaje, pero los votantes han mostrado que tienen criterios muy especiales y como seres humanos normales siempre queremos que nuestro pensamiento sea el que prevalezca.
Hay dos situaciones contra esta candidatura de Ortiz, el que sea tan malo a la defensiva que ha aparecido como Bateador Designado el 99 por ciento de las ocasiones. Ya Frank Thomas puede ser considerado el primer BD en entrar al templo de inmortales de Cooperstown pero el grandulón, que fue sobre todo estrella de los Medias Blancas, acompañó sus 521 cuadrangulares con un promedio de .301, un puntito arriba de la cifra mágica. Por regla general para ser candidato hay que batear .300, aunque en los que batean muchos jonrones se olvida de esa exigencia.
El problema principal para que David Ortiz entre al gran salón es lo que los cronistas piensen sobre su asociación con sustancias prohibidas. Con esa carrocería que tiene está en la lista de sospechosos y ya hace varios años se le asoció en una lista de los que los habían usado. Lo cierto es que Ortiz no parecía Sansón cuando tuvo sus primeros años en Ligas Mayores con los Mellizos de Minnesota.
