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Tommy al Bat

EN MANOS DE TLÁLOC

Tomás F. Morales

EL nombre de la Copa que dan al campeón de la Liga Mexicana podría ser cambiado al de la Copa Tláloc, si es que la lluvia llega a definir la posición de los equipos en el último día de campaña que fue el jueves. Si un juego queda cancelado ya habrá terminado la campaña y los standings quedan de acuerdo a lo que dijo Tláloc y no al resultado del juego que se logre en el terreno de juego. Y eso de poner el esfuerzo de una larga temporada para que lo decida la lluvia es ciertamente una tristeza, por no decirlo de otra manera. Todo por las prisas dejan los resultados finales en manos del hombre del tiempo.

Sería realmente bochornoso que un equipo califique a los playoffs ayudado por la lluvia, sería muy penoso y es una medida antibeisbol. La Liga Mexicana siempre ha sabido que esto puede suceder pero no ha hecho nada al respecto para que el final de una gran película termine con una vacilada. Ni siquiera ha obligado a que los últimos juegos de la campaña se programen temprano para tratar de evitar la lluvia. El juego de Ciudad del Carmen en Campeche estaba señalado a las ocho de la noche, un momento en que generalmente Tláloc sale a pasear con su perro antes de irse a dormir. Igualmente el juego en Oaxaca con Pericos de Puebla estaba señalado para las siete de la noche.

Volvemos a enfatizar que la lluvia no debe ser la que decida cómo todo va a quedar, cuando se podría alargar un día más en bien de la Liga. Lo único que cambiaría es que los playoffs de una zona comenzaran el domingo en lugar del sábado pero nos aseguraríamos que hubiera justicia y seriedad.

Vea usted: al ganar Guerreros de Oaxaca el miércoles por segunda noche seguida al Puebla ya debería haber amarrado un lugar en el juego del comodín porque aun perdiendo el tercero de la serie terminaría a tres juegos del que pierda entre Campeche y Ciudad del Carmen. Desgraciadamente esto no es así porque el factor lluvia hace que sea el más importante del emocionante desenlace. Imagínese si aquella gran película "Lo que el Viento se Llevó" a la hora de terminar le dijera a los espectadores que no hay final porque la lluvia lo impidió.

Está bien que en los juegos durante el calendario no se reprogramen porque los gastos son muy altos para pensar en más pérdidas económicas, pero para la última serie de la campaña se deberían jugar cada uno de los partidos que puedan decidir aunque se retrase el inicio de los playoffs pero tengamos un final con honor y que no se repita la injusticia de 1943.

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