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Tommy al Bat

LO QUE NUNCA VOLVERÁ

Tomás Morales F.

LA historia del beisbol, como muchas facetas de esta vida tan hermosa a veces y de sufrimiento otras, cuenta con equipos y ligas que después de tener una gran historia desaparecen para nunca volver.

En lo que respecta a la Capital tenemos el caso de los Azules de Veracruz, el equipo del famoso magnate Jorge Pasquel que tuvo como casa el DF de 1940 a 1951, ganando tres campeonatos en ese lapso. Fue Pasquel el único que se atrevió a hacerle la guerra a las Ligas Mayores y le quitó a varios jugadores estrellas para una Liga Mexicana que tuvo ocho temporadas de super estrellas, de 1940 a 47. Pero en 1951 cuando se apagaron las luces del Parque Delta con el último campeonato ganado por los Azules del Veracruz, en una carrera de pisa y corre, el telón se cerró para siempre. Desaparecieron los Azules y Jorge Pasquel falleció trágicamente en un accidente en su propio avión cuatro años después.

Para 1958 perdimos también para siempre a la pelota invernal en el DF después de siete "inviernos calientes" en que vimos desfilar a grandes jugadores de las Mayores. El Aztecas de 1953-54 fue un trabuco pero los Diablos Rojos de Beto Ávila en 1955-56 fue aún mejor. Es el mejor tim que hemos tenido en toda la historia mexicana con ocho jugadores de Grandes Ligas que ganó el título. Los dos clubes fueron de Alejo Peralta, quien fue el mismo que decidió desaparecerlos para siempre. Ya usted se imagina lo hermosos que fueron aquellos inviernos y no hacía falta que llegara Santa Claus. Ahora tenemos hasta siete meses sin beisbol. Le dejamos todos los espacios al futbol.

La desaparición de la Liga Cubana profesional fue algo que lucía pasajero pero fue para siempre y quedan sólo en los libros de oro las grandes hazañas de los jugadores y la gran rivalidad de Habana y Almendares. Era una liga invernal que vía onda corta de los radios se seguía en los países de habla hispana, teniendo un rating cercano a las Mayores en América Latina. Será imposible volver tener aquella pasión de Habana y Almendares después de tantas generaciones perdidas en la isla que era un edén y Castro convirtió en comunista totalitaria.

Otra ilusión perdida fue la del famoso equipo "Reyes del Azúcar", "Sugar Kings" que al jugar varias campañas en clase triple A, la Liga Internacional, estaba a un paso de las Mayores. La Habana hubiera sido equipo de Grandes Ligas de no haber llegado Castro. Será imposible que las Ligas Mayores piensen tener una franquicia fuera de Estados Unidos o Canadá.

Adiós para siempre adiós.

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