CUANDO los Diablos Rojos perdieron en 1981 al muy buen segunda base Abulón Hernández quien después de la huelga de un año antes formó una nueva liga profesional de verano, sabían que tenían que tener un reemplazo importante para el jugador que era considerado el cerebro del club por los equipos enemigos. Y el clan Mansur, con Chara, Roberto y José Antonio, obtuvieron a Félix Millán, que había tenido una carrera en Ligas Mayores, para jugar la segunda base de los Rojos. Hicieron pues un gran intento para obtener un segunda base importante que pudiera llenar los grandes spikes del Abulón, aunque resultó después de varios juegos que Millán estaba lastimado del brazo de tirar y terminó jugando la primera base en un club que ganó el campeonato de la Liga Mexicana. Ya en 1982 llegó Armando Sánchez para tener una gran carrera hasta que fue lesionado muy fuerte por una barrida asesina de Mike Cole en el Parque del Seguro Social. La pierna fracturada tardó más de dos años en sanar y de una manera ya no fue el mismo Armando, quien de todas maneras terminó con .307. Y después de la era de Armando llegó Vicente Verdugo para maravillar con su fildeo, siguiendo los años jonroneros de Carlos Valencia.
Mik Cole, por cierto, ganó cuatro títulos seguidos de robos de bases y ha sido el único en llegar a 100 estafas en un año, pero con la barrida salvaje contra Armando Sánchez lo dejó con un peor cartel que Al Pinkston como los malosos de la historia en lo que se refiere a deslizamientos asesinos.
Todo esto viene a mi mente porque los Yanquis, al perder a Robinson Canó por 240 millones de dólares en 10 años, necesitaban haber conseguido en el mercado a un segunda base importante para ocupar el lugar de un estrella pero se conformaron con un Bip Roberts que fue un buen pelotero que las lesiones lo han convertido en un jugador casi acabado. Eso no le gustó para nada a los aficionados del Yanquis en un año que tienen un infield que de una alfombra mágica se convirtió en un tapete estropeado al paso del tiempo. Más que tantos jardineros necesitaban un buen segunda base y todavía lo podrían tener de firmar al agente libre Stephen Drew.
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