Para promover los atributos de una ciudad lo primero es hacer un inventario de los mismos. Y para hacer un inventario de atributos la premisa elemental es contar con ellos. Aunque lo anterior parezca obvio, es importante recordarlo a la luz del proyecto gubernamental y empresarial de hacer de Torreón una marca.
El concepto de marca ciudad no es nuevo en el mundo. Importantes urbes de todo el orbe han utilizado este esquema para atraer inversiones y generar una dinámica de desarrollo económico que satisfaga la demanda de empleo en cantidad y calidad. La experiencia, que puede tener matices, indica que autoridades, sector productivo y sociedad civil organizada establecen un objetivo para la ciudad, trazan una ruta y enfocan todos los esfuerzos en llegar a una meta. Así, Zurich se ha convertido en la “capital de la tecnología”, o Barcelona en la “capital del conocimiento”, sólo por citar dos ejemplos.
Pero para llegar a ello, las ciudades tienen que resolver primero sus necesidades más básicas y posteriormente fomentar los atributos necesarios para dar forma y fondo a la marca que se pretende promocionar. Esto lo sabe muy bien Carlos Fernández, presidente de Fomento Económico de la Laguna (Fomec), quien en una nota que se publica hoy en El Siglo de Torreón dice que: “necesitamos más infraestructura para poder apoyar la marca Torreón, pero no se puede pensar en otros proyectos mientras no se cuente con el alumbrado, pavimento, y servicios de calidad para la ciudadanía y los sectores industriales”.
En un ejercicio de analogía, antes de invitar a alguien a la casa, hay que arreglarla y embellecerla, verificar que todos los servicios de la misma funcionen. En caso de que se quiera vender o rentar, el valor de la casa estará en función de los atributos con los que cuente. Algunos de ellos ya están implícitos, tales como la ubicación, la orientación respecto al sol, el golpe del viento, la cercanía con un afluente, etc. En este caso, lo que se requiere es buscar la manera de aprovecharlos al máximo.
Pero otros atributos sí son susceptibles de ser trabajados: limpieza, funcionalidad, imagen, etc. Es aquí donde se debe enfocar la mayoría de los esfuerzos para tener una casa, una ciudad, que resulte atractiva para visitantes e inversionistas.