Mal ejemplo. Según la Organización Mundial del Trabajo, los empacadores son un ejemplo de explotación laboral porque no cuentan con salario ni prestaciones.
Desde hace varios años organizaciones internacionales e instancias gubernamentales realizan acciones para para desalentar el trabajo infantil, sin embargo, hay ocasiones en las que los mismos padres o tutores son quienes obligan a laborar a sus hijos para que contribuyan al ingreso familiar, o bien, para explotarlos.
En este año, nueve niños que trabajan en diferentes cruceros de la ciudad de Torreón, y cuyos padres o tutores son una pareja de raza indígena, fueron detectados por personal del DIF municipal.
Los trabajadores acudieron a dialogar con sus padres para invitarlos a formar parte del programa de Casa Puente, en donde los apoyan en el traslado a las escuelas y alimentos, a la vez que imparten cursos y talleres con la finalidad de que los niños continúen en las escuelas y permanezcan la mayor parte del tiempo en actividades que ayude a un mejor desarrollo.
Sin embargo, los padres respondieron con un amparo que fue concedido por un juez de distrito y los niños siguieron en las calles.
"Cuando se hizo la invitación obviamente estas personas pensaron que se les iban a retirar a los niños de tales condiciones y presentaron una demanda de amparo.
Se dio el amparo definitivo. El detalle es que nunca hubo ninguna orden por parte del DIF municipal para que se resguardara a los niños", dice Gabriel González, titular de la recién creada Procuraduría para los Niños, Niñas y la Familia (Pronnif).
Esto debido a que el asunto llegó hasta la Pronnif quien se encargará de hacer la invitación, amonestación y en su defecto, el resguardo de los menores, pues el trabajo en los cruceros es visto como explotación infantil laboral por las condiciones de riesgo que implica para los menores de edad. "Estamos haciendo los citatorios para que los padres acudan a la Procuraduría. Vamos a hacer los señalamientos y el apercibimiento para que no reincidan, si después de esto hay reincidencia y son los mismos niños los que siguen en la calle, entonces sí vamos a hacer el resguardo", dijo. En Torreón el DIF municipal tiene registrados a más de 500 menores que trabajan como empacadores en diferentes tiendas comerciales, mientras que la Procuraduría para los Niños, Niñas y la Familia (Pronnif), ha registrado 20 casos de explotación infantil laboral. Según la Organización Internacional del Trabajo, el trabajo de "cerrillito" es considerado como un ejemplo de explotación infantil, debido a que los niños, aunque tiene la autorización de los padres, no cuentan con un salario, contratos y prestaciones, y su paga son las propinas que a "voluntad" les dan los clientes. "Estos niños con el consentimiento de los padres van y acuden por el pago de propinas de la voluntad de los compradores, sin embargo, se da la explotación porque las empresas no los tienen contratados, no les dan un pago justo y no tienen ningún tipo de prestación laboral y sí tienen obligaciones", dice Gabriel González, titular de la Pronnif en La Laguna. Como parte del Día Mundial contra el Trabajo Infantil que se conmemora hoy, el DIF municipal, dio a conocer que además de las acciones que llevan a cabo para salvaguardar la integridad de los niños, iniciarán con programas de capacitación para los padres que contribuyan a mejorar los ingresos del hogar, mientras que el DIF estatal será un enlace con el Servicio Nacional del Empleo.
Situación
En Coahuila, según José Ignacio Rubí Salazar, subsecretario de Inclusión Laboral de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, se tienen registrados a 67 mil niños que trabajan.