A pesar de la fuerte lluvia de ayer, los jugadores mexicanos salieron a la cancha del centro Rei Pelé. (Jam Media)
Además del punto que hoy les permite controlar su destino, de cara al juego del lunes contra Croacia, el histórico empate ante el Scratch du Oro otorgó un "plus" a los integrantes de la Selección Mexicana: la certeza de que son capaces de competir ante cualquiera.
Antes de pensar en las rondas a eliminación directa, los elegidos por Miguel Herrera deben sumar unidades frente a los balcánicos, pero no ser derrotados por Brasil en su Mundial ha remasterizado las ilusiones. No hay participante en la XX Copa del Mundo que les atemorice.
"Es un hecho que este equipo está concentrado, jugando a tope los 90 minutos, puede ganarle a cualquiera", sentencia el lateral izquierdo Miguel Layún. "Es la idea: que esta Selección demuestre que podemos pelear lo más alto".
"Hay que ser mesurados, ir tranquilos, paso a paso. Ahora tenemos un partido difícil y [debemos] saber que, pasando esta fase de grupos, los equipos que quedan son candidatos al título".
Exclusivo grupo en el que anhelan ingresar. Sus números y expresión futbolística serán los argumentos.
Si no caen ante los balcánicos, finalizarán invictos la fase grupal por quinta ocasión, aunque una victoria les permitirá alcanzar el récord de dos triunfos y una igualada lograda en México 1970, 1986 y Corea del Sur-Japón 2002, además de que sanarían de su "malaria" en Sudamérica, donde nunca sortearon la primera etapa del torneo más importante.
"Nos fuimos [del juego del martes] con la sensación de que le podemos competir a uno de los favoritos para ser campeón del mundo y, si esta Selección se la sigue creyendo, puede hacerlo contra cualquiera", asegura Andrés Guardado. "Le hemos jugado de tú a tú a uno de los favoritos para ser campeón y ¿por qué no, pensar que podemos serlo también?".
Eso explica la serenidad que muestran ante un duelo que será de vida o muerte en la XX Copa del Mundo. Para ellos, la etapa sin mañana comenzará antes de los octavos de final. Saldrán al césped de la Arena Pernambuco con la necesidad que sólo despierta un encuentro que representará el final del sueño para alguno de los contendientes.
"Nos enfrentamos a un candidato a ser campeón del mundo y le jugamos al tú por tú", valora el capitán Rafael Márquez. "La unión y mentalidad de este grupo nos permite pensar en que somos competitivos, por lo que podremos jugar ante quien sea".
"El equipo está para pelear grandes cosas", complementa Layún. "Lo que importa es el sacrificio de todos y la disposición que mostramos durante el partido".
Virtudes que, por lo pronto, los tienen en buena posición dentro un sector que lucía complicado antes de escucharse el silbatazo final.
"Es la mentalidad que tenemos desde que llegamos: sabíamos que el grupo iba a ser muy difícil, y lo está siendo, pero si jugamos como sabemos y metemos la intensidad que debemos, podemos competir contra cualquiera", insiste "El Principito". "Debemos seguir por este camino para aspirar a algo grande, que es a lo que venimos".
Por lo pronto, deben mantenerse invictos para que la ilusión mundialista siga viva.
