Leo Messi pelea el balón con el argentino Federico Fazio, del Sevilla. Triple empate en la cima de España
El astro argentino Lionel Messi sacó el genio ayer y anotó un doblete para revertir un resultado adverso y posibilitar la victoria del Barcelona, 4-1 en Sevilla, impulsando al equipo azulgrana a la punta del campeonato, que comparte con Real Madrid y Atlético de Madrid.
Los tres suman 57 unidades tras 23 fechas disputadas, aunque el Barça figura primero por mejor balance goleador y le siguen Madrid y Atlético por ese orden.
Los blancos, vencedores el sábado por 4-2 sobre el Villarreal, recortaron junto a los azulgranas, quienes perdieron en la fecha anterior con el Valencia, su desventaja respecto al Atlético, que cayó sorpresivamente 2-0 en cancha del Almería.
A los 15 minutos, Alberto Moreno puso en ventaja al Sevilla, séptimo clasificado pese a tres derrotas seguidas, pero el chileno Alexis Sánchez (34) respondió con su 14ta diana liguera y Messi (44 y 56) añadió dos golazos previo al cuarto de Cesc Fábregas (88) para otorgar al Barça su 18vo triunfo del campeonato y engordar su cuenta goleadora a 11 tantos.
"Los que dicen algo negativo de Messi ponen en juego retarle en su orgullo, y lo paga el rival de turno, como hoy. Leo siempre es decisivo. Volver a la punta es importante. Ahora jugamos al error: a ver cuál de los tres se equivoca", expuso el técnico azulgrana, el argentino Gerardo Martino.
Ivan Rakitic fabricó el gol abridor local, desbordando a Gerard Piqué por banda derecha, combinando con Diogo Figueiras en el área y cruzando un balón que Víctor Machín "Vitolo" acomodó para el disparo de Moreno, duro y alterado por Marc Bartra en su camino a la red.
El enfado de Víctor Valdés por el tanto encajado se cargó de razones con el cabezazo a la cepa del poste por parte del colombiano Carlos Bacca, nuevamente facilitado por Rakitic en estrategia y bajo laxa supervisión de Piqué.
El central perdió también la siguiente carrera con Bacca, servidor de un balón de oro que Rakitic no supo convertir, apuntando fuera.
Con Messi lejos del área y enzarzado en un bosque de piernas sevillistas, el Barça no funcionaba en ataque, aunque se benefició de un tiro libre botado por el rosarino para nivelar, al rematar Sánchez con la nuca en posición antirreglamentaria.
La lluvia intensificó tras el empate y el Barça siguió nublado de ideas, pero el genio de Messi se iluminó de repente, aprovechando el único resquicio que le dejó la defensa sevillista para finalizar un contragolpe con dos toques imperiales de zurda: control y latigazo a bote pronto, imposible para la estirada de Beto.
Los locales recordaron de su peligrosidad tras el descanso con un robo de Daniel Carriso a Martín Montoya y disparo excesivamente cruzado ante Valdés, al que Sánchez respondió con otro propio, con mirada reprobatoria de Messi.