El sujeto logró hacer sonreír al guardia. (Foto de: Dailymail.co.uk)
El Palacio de Buckinham es el hogar de la reina Isabel II y es resguardada por un séquito de hombres vestidos de rojo y portadores de un singular sombrero o casco.
Estos caballeros son reconocidos como grandes soldados, pero también como hombres entrenados para no ser víctimas de ninguna distracción.
Cientos de miles de turistas visitan año con año este mítico recinto en Londres y nunca puede faltar una fotografía posando a un lado de un guardia real, algunos hacen divertidas bromas y hasta se disfrazan en su afán por sacar aunque sea una leve sonrisa de estos ecuánimes sujetos, resultando todo en un vano intento.
Pues fue hasta hace unos días que por fin un sujeto logró sacar una efímera sonrisa a uno de los guardias reales y el hecho ha causado furor alrededor del mundo, pues son pocas o nulas las evidencias de un guardia sonriendo.
El responsable de extraer el gesto de felicidad al guardia fue un turista estadounidense quien, alentado por sus amigos, realizó una actuación cómica que después de algunos minutos dio frutos y el joven escolta sonrió fugazmente para el júbilo de los visitadores.