Ucrania. La estrategia del gobierno es evitar que el conflicto se extienda al centro del país.
La policía y las fuerzas de seguridad ucranianas son "incapaces" de restaurar el orden en dos zonas orientales vecinas con Rusia y en algunos casos cooperan con los activistas prorrusos que han ocupado algunos edificios y capturado rehenes, dijo ayer miércoles el primer ministro ucraniano en funciones.
Aleksánder Turchínov dijo que el objetivo del gobierno es ahora impedir que la agitación se extienda a otros territorios del país de 46 millones de personas.
Su gobierno interino en Kiev y las naciones occidentales acusaron a Moscú de fomentar la agitación en el este de Ucrania, fronterizo con Rusia. Estados Unidos y la Unión Europea impusieron dos rondas de sanciones a Rusia, pero éstas afectan principalmente a políticos, un puñado de empresarios allegados al presidente Vladimir Putin y sus empresas, ninguna de las cuales es pública.
Moscú sostiene que no ha intervenido en el conflicto. Turchínov habló horas después que milicianos prorrusos ocuparan más edificios administrativos en el este de Ucrania.
Mientras tanto, las autoridades municipales de Kiev anunciaron inesperadamente maniobras de seguridad desde ayer miércoles por la noche a la mañana de hoy jueves, que podrían alarmar a los insurgentes orientales partidarios de mayor independencia e incluso la secesión, aunque podría ser una maniobra de apaciguamiento a los ucranianos temerosos con la admisión de impotencia de Turchínov en el este.
En una reunión en Kiev, Turchínov ordenó a los gobernadores regionales que impidan que la amenaza en el este se extienda al centro y sur del país.
"Seré franco: Hoy las fuerzas de seguridad son incapaces de controlar rápidamente la situación en Donetsk y Lugansk", dijo Turchínov. "Es más, algunas de esas unidades ayudan o cooperan con las organizaciones terroristas". Agregó que "mercenarios y unidades especiales" atacan en el este de Ucrania.
El alcalde de Járkiv, que ha mantenido en calma la segunda ciudad ucraniana, fue baleado en la espalda a principios de semana.
Yulia Torhovets, vocera del gobierno municipal de Kiev, no dio detalles de las maniobras indicando solamente que la ciudad formuló el anuncio para informar a los residentes.
Rusia evoca a los nazis por conflicto
Moscú dice que el centro de detención que se construye cerca de la frontera rusa un "campo de concentración fascista". Sin embargo, dentro de las cercas de alambre de púas la realidad es menos siniestra: es un proyecto financiado por la Unión Europea para retener a los que solicitan asilo y a los inmigrantes no autorizados, similar a otros centros de detención en el continente.
La acusación es parte de una implacable ofensiva propagandística impulsada por el Kremlin que usa términos e imágenes de la época de la Segunda Guerra Mundial para generar inconformidad hacia el naciente gobierno de Ucrania. "Nazis", "fascistas" y "Fritzes" -el nombre que usaban las tropas británicas y otras para referirse a los alemanes durante ese conflicto- son algunos de los términos que Rusia le imputa a las autoridades ucranianas que asumieron el poder tras el derrocamiento del Víctor Yanukóvich.