Preparación. Miembros de un comité electoral preparan un colegio electoral para votar, en Kiev.
Ucrania vivió este sábado la jornada de reflexión previa a las elecciones presidenciales de hoy con la incógnita de si las autoridades podrían garantizar la votación en las regiones insurgentes de Donetsk y Lugansk, de mayoría rusohablante.
Los candidatos apuraron el viernes las últimas horas de la campaña para participar en debates y programas de televisión, con la excepción del oligarca Petró Poroshenko, el gran favorito a la victoria en todas las encuestas.
Casi 100 mil efectivos del orden se ocuparán de garantizar la seguridad en unos comicios en los que están llamados a votar más de 33 millones de ucranianos.
Volodymyr Hrinyak, jefe del departamento de seguridad pública del Ministerio del Interior ucraniano, dijo que 17 de las 34 comisiones electorales de distrito en las regiones de Donetsk y Lugansk no funcionan porque sus oficinas fueron ocupadas o bloqueadas por hombres armados.
El problema radica en los 3.3 millones de electores de Donetsk y el 1.7 de Lugansk, las regiones insurgentes donde los separatistas amenazan con boicotear la votación.
En ambas regiones los rebeldes han bloqueado las comisiones, tomado los colegios, requisado urnas y listas de votantes, y ni siquiera se han impreso papeletas porque los insurgentes han tomado todas las imprentas.
La ONG Comité de Electores de Ucrania pronosticó que un 5 por ciento de los ucranianos no podrá ejercer su derecho al voto debido a las amenazas insurgentes, cifra que de ser mayor podría poner en entredicho la legitimidad del nuevo presidente.
Mientras, el presidente ruso, Vladimir Putin, volvió a criticar a las autoridades por la ofensiva contra los bastiones prorrusos, pero adelantó que Moscú respetará la elección del pueblo ucraniano.
En Kiev, 20 insurgentes fueron muertos en un ataque el jueves contra un convoy de fuerzas gubernamentales lanzado por unos 500 insurgentes, la mayor emboscada de este tipo ocurrida hasta ahora.
Garantizan respeto
La canciller alemana, Ángela Merkel, y el presidente francés, François Hollande, hablaron ayer por teléfono con el presidente ruso, Vladimir Putin, quien afirmó que respetará el voto de los ucranianos y trabajará con las autoridades que salgan de los comicios presidenciales organizados mañana.
El Elíseo señaló que Hollande y Merkel "han tomado nota" de las palabras de Putin en las que anunciaba que "respetaría la elección del pueblo ucraniano y que trabajaría con las futuras autoridades".
Los tres convinieron en que el desarrollo "en las mejores condiciones" del escrutinio de mañana va "en interés de la estabilidad de Ucrania".
El presidente francés y la canciller alemana pidieron, igualmente, que continúe el proceso de "diálogo nacional" que se ha iniciado en Ucrania con apoyo de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) para abordar "el conjunto de las cuestiones que permitan una salida efectiva de crisis efectiva".
Por otra parte, Putin, afirmó que "quienes controlan el poder en Kiev (...) podrían no estar interesados" en que el nuevo presidente de Ucrania cuente con toda legitimidad.