A todo esto, es cierto que el niño beneficiado el Día de Reyes con un balón de futbol carece de piernas, pero no se dice que le falte imaginación. Los medios le dieron vuelo al regalo que el pasado día de los reyes magos a principios del mes de enero indicando una ausencia absoluta de sensibilidad del gobernador de Guanajuato, Miguel Márquez, a quien las redes sociales tacharon de insensible y de ser un verdadero imbécil.
La realidad es que el obsequio no se le hizo pensando en que el pequeño discapacitado pudiera sentirse frustrado al enterarse que no estaba en condiciones de jugar pateando la pelota con la pericia de un jugador profesional. Eso lo sabe el chico, mejor que nadie. Es un niño que probablemente anhelaba poseer un esférico para dar rienda suelta a sus fantasías. Tener la bola en sus manos, acariciarla, era para él suficiente, lo demás se lo dejaría a la creatividad de su mente.
Si usted me apura diría que soñaba en el instante en que tomó la pelota en sus manos en correr en un campo de futbol e igualar las hazañas del oriundo de La Partida, Oribe Peralta, en imagen formada por la fantasía. No olvidemos que los niños tienen gran facilidad para forjar ideas, creando un mundo diferente al de sus mayores.
La fotografía capta el momento exacto en que toma la bola con ambas manos y sonríe socarronamente mostrando una hilera de dientes que no es otra cosa que un gesto de alegría. El niño estaba viviendo, no ha lugar a dudas, una fábula en hechos que estaba inventando. El niño estaba consciente de que jamás estaría en el césped de un estadio correteando mientras un público abarrotaba las tribunas y le aplaudía a rabiar. Todo mundo lo conocía y lo palmeaba las espaldas. Eso de vivir sujeto a una silla de ruedas no lo achicopala, en pensamientos él es libre.
Todo esto nos trajo el recuerdo del velocista olímpico, el sudafricano Óscar Pistorius quien tenía menos de un año de edad cuando fue operado y amputado por debajo de sus rodillas, dado que los médicos encontraron que carecía de peroné que junto con la tibia mantienen de pie a las personas. No podía estar de pie y menos caminar. Hasta que le colocaron unas prótesis de fibra de carbón y forma de guadaña. Ahora es el principal sospechoso de haber asesinado a su novia la modelo Reeva Steenkamp con la que vivía hasta que una noche oyó ruido en la oscuridad y creyendo que era un extraño le disparó. Es lo que él declaró. Óscar Pistorius era un ejemplo de vida, porque superó con creces la trampa que le puso el destino.
No conozco al mandatario guanajuatense, ni tenía idea de que existiera. Sin embargo, considero que está equivocado si cree que basta la entrega de un balón a un niño en Día de Reyes para quedar con la conciencia tranquila. Si realmente desea combatir la pobreza del niño al que le entregó una chuchería es tiempo de que rectifique.
Que se dé cuenta que esos paliativos no lo conducirán a remediar el mal más apremiante al que se enfrenta, que es curar a un enfermo. Llevarlo a donde corresponda. Entonces sí que estará haciendo su trabajo. Que averigüe qué enfermedad padeció, dónde curan su dolor de ser un paria social, quién lo cura, cómo acabar de raíz con su padecimiento.
En la foto que publicaron los medios, se le ve muy solícito entregando el balón con fines eminentemente publicitarios creyendo que así está cumpliendo con el encargo que le hizo el pueblo.
No señor, el pueblo requiere servicios públicos a la altura de sus necesidades; lo demás es circo, maroma y teatro.