Herencia familiar. Los comerciantes más jóvenes han crecido en este lugar y heredado de sus padres y abuelos los puestos en los cuales trabajan actualmente con la venta de artículos navideños.
Todos conocen los tradicionales mercaditos navideños que cada año se instalan para ofrecer diversidad de artículos para la decoración y las festividades decembrinas, es muy común acudir a estos lugares dado la gran variedad que tienen y sobre todo por ofrecer precios más accesibles.
Detrás de este tipo de lugares, hay varias historias de vida, además, los comerciantes que se dedican a esto enfrentan dificultades de varios tipos, sobre todo en temporadas bajas, es decir, cuando las ventas no son buenas o cuando no hay una ocasión especial que provoque un repunte.
Estos comerciantes sobreviven el resto del año de la misma actividad económica, de la búsqueda de actividades paralelas que les permitan llevar a sus familias el sustento. No tienen un ingreso fijo, ni seguridad, no hay prestaciones ni días de descanso o cualquier otra ventaja de un trabajador de cualquier otro tipo.
Por lo general, quienes laboran en este tipo de lugares, han heredado por generaciones el oficio de comerciantes y los puestos con los que cuentan, por lo que además, resulta ser una tradición familiar el colocar este tipo de negocios en diferentes épocas del año, destacando la temporada navideña.
Muchos de ellos, han crecido en este mercadito navideño, han trabajado al lado de sus padres y abuelos por dos o tres décadas y pese a la difícil situación, han preferido conservar el negocio y mantener la tradición del comercio.
Los comerciantes del mercadito navideño consiguen un permiso especial cada año por parte del departamento de Plazas y Mercados del Ayuntamiento de Gómez Palacio, para el cual este año se pagaron 500 pesos por cada uno de los puestos; dicho permiso los ampara para comercializar sus productos a partir del día 20 de noviembre y hasta el 25 de diciembre próximo.
Los comerciantes indican que este año las ventas han iniciado mejor que otros anteriores, por lo que gracias a esto, tienen la esperanza de obtener buenos resultados y mejorar sus ganancias, para enfrentar mejor el inicio de 2015.
Del año pasado a la fecha, el permiso del municipio les aumentó alrededor de 100 pesos y los comerciante aseguran que hay poco apoyo del gobierno, ya que cada vez son más gastos y menores las utilidades de cada uno de los negocios.
Los locatarios indican que en situaciones de crisis es complicado enfrentarse a los cobros, ya que también tienen que pagar el consumo de energía eléctrica además de los permisos. El municipio les proporciona el servicio de recolección de basura y limpieza a las afueras del lugar, mientras que ellos tienen que encargarse de la del interior.
José Luis Muñoz, comerciante del lugar, señaló que aunque ha empezado lenta la venta, después del día 12 de diciembre ya se incrementa más la afluencia de clientes a este mercadito, cuando ya se enfocan más las familias a montar el nacimiento, el árbol navideño y a decorar los hogares.
Los meses más complicados para el comercio son de agosto a últimos de noviembre que inicia esta temporada, es un tiempo relativamente muerto, pasando las graduaciones y donde las ventas de ocasiones especiales no son tan frecuentes hasta que llega la víspera de la Navidad.
ATRAVESANDO DIFICULTADES
Dulce Torres tiene 20 años acudiendo a este lugar, en su familia han sido varias generaciones ya que sus padres lo iniciaron hace alrededor de 40 años. En otras temporadas vende productos de limpieza, pero también vende algunos artículos para las festividades especiales como el 14 de febrero, Día de las Madres, graduaciones, por lo que solamente viven de esta actividad.
Señala que este trabajo es complicado, debido a que hay que buscar las oportunidades correctas, pero no siempre son buenas las ventas, además de que hay temporadas seriamente difíciles, de crisis.
Enfrentan diversas dificultades, en esta ocasión, a Dulce le fue retenida la mercancía a pesar de que contaba con los pedimentos necesarios, ya que la mercancía que adquieren es de procedencia china, por lo que se quedó principalmente sin series de luces perdiendo la inversión; además de que tendrá que pagar multas ante la Secretaría de Hacienda; tienen diez días para solicitar y presentar los pedimentos correspondientes para avalar la legalidad de mercancía.
Destacó que perdió alrededor de cinco mil pesos en mercancía, de lo cual aproximadamente se gana el doble y de las ganancias, tienen que pagar los créditos o préstamos que solicitaron para surtir, se pagan intereses, permisos de uso de suelo, servicios como la energía eléctrica y además algunas series de las que comercializan vienen con fallas y hay algunas que no se pueden reparar y representan pérdidas.
LLEVA EL COMERCIO EN LA SANGRE
Durante 14 años, Jesús Mejía se ha dedicado a seguir trabajando en el mercadito navideño, también es una tradición familiar que inició su madre desde hace varios años, le heredó el negocio al conseguir un empleo fijo, sin embargo, consiguió colocarse en una empresa y decidió dedicarse a esa fuente laboral que hasta ahora conserva.
Sin embargo, Jesús aprendió a vivir de las ventas, él se sostiene también únicamente del comercio y se dedica normalmente a la comercialización de fertilizantes, pero también en las fechas representativas se enfoca en las ventas de regalos, flores y lo que se requiera dependiendo la ocasión.
Señaló que como comerciantes viven frecuentemente con temores y con la incertidumbre de los resultados que puedan obtener, ya que de ello depende el sostén de sus familias y el ingreso nunca es seguro para ellos.
Uno de estos temores en el caso de una venta de este tipo como en la temporada navideña, es precisamente el hecho de perder la mercancía como en el caso de su compañera Dulce; otro de ellos, es que las ventas no repunten y que en lugar de ganancias sólo se generen pérdidas, lo que provoca no contar con el sustento que la familia necesita, además de quedar endeudados ya que muchos solicitan créditos para poder surtir de mercancía de temporada.
ORGULLOSA DE SU ACTIVIDAD
A pesar de que puedan pasar muchas dificultades e incertidumbre con esta forma de vida, hay quienes no sólo se apasionan todavía por su trabajo, sino que el comercio es su vida y no conciben otra manera de vivir.
Es el caso de Hortensia Saucedo, quien es de las gomezpalatinas pioneras en el mercadito navideño del Parque Morelos; tiene ya más de medio siglo trabajando en él y se siente plenamente orgullosa y afortunada de seguir trabajando no sólo en este tipo de lugares, sino desde su hogar elaborando y comercializando toda clase de productos y artículos.
Además de la venta de artículos ahora en temporada navideña, se dedica también a la elaboración de las tradicionales piñatas para las posadas o para cualquier ocasión; son conocidas por la gente de esta ciudad y las elabora desde hace alrededor de 54 años, mismo tiempo que tiene instalando su puesto en el mercadito, cada año de manera ininterrumpida.
También se dedica a vender en otras fechas especiales, siempre resulta una oportunidad para mejorar los ingresos aprovechar este tipo de eventos, además de que el don de elaborar piñatas, lo explota también el resto del año.
Doña Hortensia ha vivido siempre del comercio y no le encuentra el lado negativo, comenta que siempre ha obtenido buenos resultados y que nunca deja de tener ganancias gracias al esfuerzo y a su trabajo; a lo largo de los años, también a utilizado su creatividad y talento para hacer todo tipo de manualidades, alimentos, tejidos, flores y arreglos.
Asegura que su trabajo es noble y que además de apasionarle ha sido una manera decorosa y satisfactoria de salir adelante; actualmente tiene más puestos que también heredó a su hija y su yerno.
AÑOS
Aproximados son los que tiene de tradición