Un misterio para los jóvenes

Si en algo es experto el escritor mexicano Élmer Mendoza, es en construir historias policíacas. Experimenta con el lenguaje, recurre a sus propias técnicas en cada novela, y sabe cómo atrapar al lector. Ahora en su más reciente publicación, "El misterio de la orquídea calavera", su reto es llegar a un público indiferentes y difícil, el de los jóvenes.

El misterio de la orquídea calavera es la primera novela de la serie de El Capi Garay, un chico de 18 años que deberá enfrentarse a un sinfín de aventuras, casi siempre en contra de su voluntad.

Anteriormente, Élmer Mendoza ya había conquistado a sus lectores adultos con las novelas del detective Édgar 'El Zurdo' Mendieta, y ahora su propósito es adueñarse de los lectores jóvenes con esta nueva saga que promete suspenso y diversión para rato.

→ ¿El joven protagonista refleja la realidad de la juventud mexicana?

Siempre he pretendido representar la realidad. Creo que la mexicana es muy compleja y quizás de vez en cuando, no está de más señalarla. Aunque sea así desde una poética, que los lectores jóvenes a los que va dirigido el libro, reflexionen sobre la realidad, y los adultos igual reflexionen sobre el perfil actual de los jóvenes.

→ ¿Te costó trabajo salirte del perfil de tus anteriores personajes?

Sí. Sí me costó, porque se trataba de construir otro discurso y como yo había escrito tantas historias siguiendo un método que lo fui inventando poco a poco, cuando me tuve que desprender de él me desconcerté un tanto.

De por sí soy un escritor lento. Pues con esta obra me volví más lento, sobre todo en lo que tiene que ver con contra la historia y crear el perfil del Capi, a partir de un chico de clase media al que aparentemente no le falta nada, pero es considerado un inútil por su familia y por la gente que lo conoce y que de pronto tiene que resolver un problema muy grave que le cae por azar sin que hay nadie que lo pueda ayudar.

→ El espacio geográfico donde sucede una narración a veces se vuelve otro personaje ¿salirte de Culiacán e incluir a Xilitla es el caso?

Desde luego. Sí porque la intención de mezclar la parte de Edward James y Xilitla, con el surrealismo y la maravilla que es fue desde el inicio el plan de escritura. También salir de Culiacán podría hacerle bien al personaje, sobre todo en esas circunstancias tan particulares. Por otro lado Xilitla es un lugar que yo conozco más o menos. Sin las pozas la novela no hubiera existido.

→ ¿A propósito de la inmediatés de los formatos de comunicación, hay un antes y un después de este boom, que la literatura debe abordar?

Por su puesto porque son instrumentos muy cotidianos y que la mayoría de los humanos utiliza, el porcentaje de personas con teléfonos inteligentes es altísimo. Eso no se puede ignorar, las opciones de comunicación de las redes o el whats app, es importante al momento de abordar un discurso o un diálogo.

No estoy muy seguro que tenga que ver con la calidad de una novela, porque la evaluación del valor histórico que pudiera tener la obra no tiene que ver con eso. La posibilidad de que sea una novela necesaria o irreemplazable tampoco.

→ ¿En qué se parecen el poeta Eduard James a este joven norteño?

En efecto Eduard James tiene una vida algo parecida a la del Capi Gary. La diferencia es que James es muy rico, es noble y es inglés. Pero en la búsqueda de sí mismo se convirtió en un viajero. Uno que tenía un ojo muy seguro para observar los monumentos de cada país que visitaba, lo que definía su arquitectura e identidad.

Un día viene a dar al México surrealista por naturaleza, alguien que era mecenas de los surrealista compra dos lomas, siembra más de 18 mil orquídeas, que un día son destruidas por una helada, eso lo llevó a reflexionar sobre qué podría hacer en ese terreno y decide hacer el espacio de las esculturas.

→ Algo históricamente cierto.

Si incluso sus amigos lo tildan de deschavetado, se pelea con sus hermanas por malgastar la herencia de sus padres.

Eso se convierte en ejemplo para el Capi Gary, que al principio es un chico sin oficio ni beneficio, quien luego se trasforma poco apoco. Descubre la lectura por accidente y se da cuenta que trata de escapar de su realidad a través de la lectura de un libro, aunque desconocía mucho.

→ ¿Es una invitación abierta a la lectura?

Sí porque el personaje que no sabe quién es Shakespeare, e ignora muchas cosas, se va dando cuenta de que necesita leer el libro para seguir, se engancha, y comprende que su lectura es fundamental en lo que está haciendo. Como estilo narró las dos historias independientes y luego las uno en un momento determinado.

→ Haces referencia a algunos escritores amigos tuyos ¿es un homenaje o una recomendación?

Es todo eso. Un homenaje, un saludo, una recomendación para los jóvenes curiosos. Tanto los escritores como los artistas plásticos que menciono, son un referente para los jóvenes, porque saber de ellos es magnificar el capital cultural de cualquier persona, mas si su edad es corta, nada me gustaría más que un lector joven investigara algo de ellos.

→ ¿Y has tenido lectores jóvenes?

Pues por lo menos ahora tengo el testimonio de una joven que me dijo sin pena, que no sabía quién era Leonora Carrington, pero que después de la novela se había metido al google para saber quién era esa señora.

Narrador firme

Élmer Mendoza (Culiacán, México, 1949) es catedrático de literatura en la Universidad Autónoma de Sinaloa. Actualmente es miembro correspondiente de la Academia Mexicana de la Lengua, así como del Sistema Nacional de Creadores de Arte y de El Colegio de Sinaloa. Es un apasionado formador de novelistas y un comprometido promotor de la lectura.

De 1978 a 1995 publicó cinco volúmenes de cuentos y dos de crónicas y en 1999, su primera novela, Un asesino solitario, que de inmediato lo situó, a juicio del crítico mexicano Federico Campbell, como «el primer narrador que recoge con acierto el efecto de la cultura del narcotráfico en nuestro país». Con El amante de Janis Joplin obtuvo el XVII Premio Nacional de Literatura José Fuentes Mares y con Efecto Tequila fue finalista del Premio Dashiell.