La semana pasada en este espacio se señalaba que la obtención del torneo de Copa por el equipo Santos Laguna pudiera ser un punto de inflexión en cuanto al sombrío estado de ánimo generalizado en la Comarca Lagunera.
Evidentemente es infantil pensar que un triunfo deportivo de este calado fuese suficiente para revertir tantos pesares sociales que por años se han abatido sobre esta región, dejada por los gobiernos federales y estatales (tanto de Coahuila como de Durango) a la buena de Dios.
Desde que Humberto Moreira decidió lanzar a Torreón a la ignominia por haber sido derrotado en esta tierra cuando compitió por la gubernatura con el lagunero Jorge Zermeño y además tener que tratar con un alcalde opositor panista. Y sumarle que el popular profesor decidió confrontarse con la administración federal de Felipe Calderón, quienes ocuparon la presidencia de la república y la gubernatura casi el mismo tiempo (Humberto gobernó del 1 de diciembre de 2005 hasta su petición de licencia el día 3 de enero de 2011, diez meses antes del término constitucional de encargo) fueron algunos elementos definitorios en cuanto al período aciago en que cayó el territorio lagunero.
Por supuesto que la violencia del crimen organizado que asoló con rabia la zona desde 2007 hasta hace apenas pocos meses en que el gobierno estatal coahuilense actual ha logrado disminuir los índices de criminalidad; la crisis mundial estallada en septiembre de 2008 y que golpeó todas las economías globales; y hasta la sequía sin precedentes que azotó a todo el hemisferio norte en 2011, han sido circunstancias que cuando se alinean, difícilmente por sí solas pueden revertir un ánimo de pesimismo como del que todavía no se acaba de salir.
Hablar del desempeño del gobierno de Durango para con La Laguna enclavada en ese estado, es prácticamente gastar tinta en la nada. Ismael Hernández Deras dibujó un plan de gobierno que consistió prácticamente en lograr mejorar la comunicación de la capital con las diferentes zonas del país planteando 5 ejes carreteros: Durango-Mazatlán, que al fin se conectó con éxito recientemente; Durango-México, que significaría tener una rúa de calidad de cuatro carriles para conectar con la capital del país; Durango-Tepic, buscando ahora el enlace de calidad con el occidente mexicano (Guadalajara y su zona conurbada fundamentalmente), Durango-Parral, para lograr una ruta más expedita con Chihuahua y por supuesto con Ciudad Juárez y su frontera con los Estados Unidos, y finalmente la ya existente Durango-Gómez Palacio, que en conexión con la carretera a Mazatlán se puede convertir en un ágil corredor transversal entre el Pacífico mexicano y el Golfo de México. Además el gobierno de Hernández inició un rescate en serio del patrimonio arquitectónico de la capital, labor que ha sido secundada por el actual gobernador Jorge Herrera, por lo que la ciudad de Durango sin duda es hoy un referente en tanto opción turística colonial de México.
Sin embargo, para La Laguna de Durango ha habido casi migajas, si no es el mejoramiento del bulevar Miguel Alemán y el establecimiento de algunos comercios y restaurantes sobre el mismo, poco hay que contar de Gómez Palacio y Lerdo (se aceptan réplicas a eirazoqui@elsiglodetorreon.com.mx)
Con ese panorama general regional, es difícil tener una actitud positiva, pero parece que empieza a haber dejos de que esto debe y puede ya cambiar. El gobierno del estado de Coahuila ha anunciado que la empresa coreana Yura Corporation hará una inversión de 53 millones de dólares y será instalada en Torreón, con la generación de 4,000 empleos, que son de sobra considerables y sobre todo que es inversión extranjera que generará trabajo y estabilidad para miles de familias.
La noticia se tiene que celebrar, aunque con reservas, por observar los adagios aquellos que rezan a la sazón: "el que con leche se quema, hasta al jocoque le sopla" y "la burra no era arisca, la hicieron a palos".
La instalación de esta empresa coreana ojalá sea el destape y polo de atracción de más y más empresas manufactureras de calado importante, porque regresando el punto inicial: ya es hora que termine esta larguísima mala racha para La Laguna y que nuevamente se pueda alzar la cara y ver de mejor forma el futuro.