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Una sanción draconiana

GILBERTO SERNA

¿Por qué lo hace? ¿En qué oscuros rincones de su retorcida mente se esconde el impulso de dar una mordida a un semejante? No es algo que pudiera considerarse normal. No va uno por el mundo repartiendo mordiscos así nomás, porque sí. Debe haber un motivo que cae dentro del terreno de lo paranormal. ¿Alguien se lo habrá preguntado a sí mismo? ¿Le gusta el sabor que dejan los mexicanísimos tacos de moronga?, ¿tiene un antepasado llamado Bella Lugosi que le heredó el gusto?

Estas dos últimas preguntas son hechas en broma, como la sanción que impuso la FIFA al jocundo jugador de la selección de futbol de Uruguay Luis Suárez por darle un mordisco en el hombro al también futbolista Giorgio Chiellini quien a pesar de ser la víctima no estuvo de acuerdo con la sanción que lo echaran a su agresor del mundial, pues le impiden permanecer junto a su Selección, prohibiéndole acercarse a campos de entrenamiento y entrada a los estadios, aunado una multa de más de 100,000 euros. El propio Chiellini consideró excesivo el castigo impuesto, demasiado riguroso y radical, pidiendo a la FIFA reduzca la sanción y perdone a su agresor.

Sana, sana, colita de rana si no se te quita hoy se te quita mañana. Tal era como las mamás de antaño susurraban al oído de sus vástagos cuando éstos lloraban a consecuencia de algún percance que era un poco más que un susto. Tomado en brazos le aplicaban un suave masaje con los dedos en el lugar siniestrado logrando la recuperación a los pocos segundos. Lo que seguramente no ocurrió con la mordida que le propinó el uruguayo Luis Suárez al jugador italiano Giorgio Chiellini pues los dientes quedaron marcados con el consiguiente dolor en el hombro izquierdo. A consecuencia de ello la FIFA sancionó al delantero con la suspensión abriendo un expediente disciplinario para realizar cualquier actividad relativa al futbol en los próximos cuatro meses. Multándolo con el pago 111 mil dólares.

En estos últimos tiempos surge fulgurante la figura del boxeador de peso completo Mike Tyson, a quien citamos aquí por su corpulencia y contundente pegada, a pesar de lo cual se distinguía por atacar a sus oponentes en el ring, no solamente con los enguantados puños sino que además usaba su dentadura mordisqueando a sus contrarios al grado de arrancar parte de una oreja al boxeador Evander Holyfield en pleno combate. En una pelea con público vergonzosa escena en la que participó un árbitro que detuvo la masacre interponiéndose entre ambos contendientes parando la pelea. Un boxeador mordelón que al igual que ahora el futbolista sin más motivo que el furor que deben producir los golpes desorejó con sus dientes parte de la oreja a su contrincante.

La respuesta a la que fue considerada una sanción excesiva produjo una reacción popular a favor del futbolista uruguayo que fue recibido como héroe por el pueblo uruguayo considerando una injusticia su retiro del mundial de futbol con las draconianas medidas decretadas por la FIFA. El futbolista Luis Suárez seguirá mostrando los dientes inconformándose ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo fundado en 1983 con sede en Lausana, mejor conocido por su acrónimo, se ha venido constituyendo en un tribunal jurisdiccional ante el cual pueden apelar las partes en disputa. La pregunta a formular es que no es la primera vez que Luis Suárez muerde a un semejante, ya van tres casos en que se ve involucrado en escándalos de la misma naturaleza.

En ese contexto ¿será adecuada la sanción o demasiado drástica, tomando en cuenta la falta que se cometió?

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