Riegos latentes. Agustín Carstens, gobernador del Banco de México, reconoce algunos riesgos para la economía.
México tiene un muy buen futuro, pues cuenta con un "horizonte bien planeado" y con una dirección adecuada, destacó el gobernador del Banco de México (Banxico), Agustín Carstens.
Durante su participación en la presentación del Aspen Institute México, que preside el ex rector de la UNAM, José Ramón de la Fuente, el funcionario opinó que las reformas estructurales aprobadas en el último año han sido una gran oportunidad y un logro para el país.
La tarea que queda, dijo, es que las leyes secundarias salgan bien, salgan sólidas, terminen mandando las señales correctas y los incentivos adecuados, y después que haya un buen proceso de implementación. El banquero central precisó que si bien el camino no siempre es "lo suave y terso que uno quisiera", en términos generales la dirección que está tomando el país "es la adecuada".
"Espero que sea cuestión de tiempo en que estas medidas que hemos tomado empiecen a generar señales mucho más claras y convencernos, sobre todo a nosotros los mexicanos, de que tenemos un muy buen futuro", subrayó.
Carstens argumentó que a seis años de que estalló la crisis financiera de 2008, "todavía no podemos declarar que el periodo de esta etapa de crisis ha sido superado".
Todavía tienen que deshacerse las políticas monetarias expansionistas implementadas por diversos países, entre ellos Estados Unidos, así como estabilizar las finanzas públicas, el cual es un proceso en marcha que tiene repercusiones en todo el mundo.
Refirió que la desaceleración económica y las medidas correctivas que toman los países avanzados afectan el crecimiento económico mundial y limitan el comportamiento de las economías emergentes.
Aclaró que si bien en un inicio los países emergentes salieron bien librados de las primeras manifestaciones de esta crisis, ahora tienen retos importantes, siendo el principal acelerar el crecimiento económico sin poner en riesgo su estabilidad financiera, en un escenario en el que pueden darse tasas de interés más altas.