La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) urgió hoy al gobierno de Estados Unidos a suspender la ejecución de un convicto asesino, a favor del cual dictó medidas cautelares.
Semanas atrás la defensa de John Winfield acudió a la CIDH para solicitar medidas cautelares con el argumento de la presunta violación de derechos consagrados en la Declaración Americana, y la comisión las otorgó el viernes pasado.
Winfield, cuya ejecución está prevista para el próximo 18 de junio, fue convicto en 1996 por el asesinato de dos mujeres en la ciudad de Saint Louis, después de un altercado de éstas con quien era su novia.
A través de esas medidas cautelares, la CIDH pidió al gobierno estadounidense abstenerse de ejecutar la pena capital hasta no tener la oportunidad de decidir sobre los reclamos de Winfield sobre esas presuntas violaciones.
En su petición, la defensa del condenado alegó que el método de ejecución es incompatible con los estándares internacionales de derechos humanos, y que las autoridades estatales no han proporcionado información sobre las drogas a ser utilizadas en la ejecución.
La comisión recordó que el desconocimiento por parte de un Estado miembro de la OEA de una solicitud para preservar la vida de un recluso condenado a muerte en tanto se examina la petición, “contraviene gravemente” sus obligaciones internacionales.
“En los hechos, esto priva a las personas condenadas (a muerte) en Estados Unidos de su derecho de petición en el sistema interamericano de derechos humanos, antes de la ejecución de la pena de muerte”, apuntó el órgano en un comunicado.