Sectores. Para los especialistas, la innovación en las empresas genera firmas más tecnificadas y una distribución en el ingreso.
Una política industrial explícita es pieza clave para la reconstrucción del mercado interno y para construir un nuevo proyecto de país, destacó la firma Consultores Internacionales S.C. (CISC).
En un análisis, estimó que más allá de los aportes económicos que pueda producir para el incremento del PIB nacional y el posicionamiento internacional, los beneficios de la política industrial deben palparse en el incremento del empleo formal.
Éste, abundó, ofrece ingresos dignos a los mexicanos, estimula el desarrollo y la integración sectorial y regional, promueve la innovación tecnológica para empresas más tecnificadas y, lo más relevante, genera una distribución del ingreso más equitativa.
Expuso que la política industrial debe ser horizontal, flexible, dinámica y de largo plazo; horizontal para abarcar a todos los sectores donde México puede ser competitivo, desde la alta tecnología, hasta la agroindustria e incluso el turismo que es también un sector productivo.
"En suma, la política industrial debe ser una política de desarrollo, por lo tanto de Estado y de largo plazo. El horizonte de acción es amplio, y los objetivos claros: crecimiento sostenido, generador de empleo y bienestar", subrayó.
Destacó que el sector industrial se ha colocado como un pilar fundamental del desarrollo económico nacional, pues con sus cuatro componentes (manufacturas, construcción, minería y suministro de electricidad, gas y agua) ha representado entre 29 y 33 por ciento del PIB desde los años 80. En su reporte semanal CISComentario titulado "La industria, detonador del mercado interno", refirió que las cifras de actividad industrial reportadas para el cierre de 2013 reflejan un retroceso anual de 0.7 por ciento.