La selección uruguaya partió ayer hacia Brasil, donde el sábado debutará en el Mundial enfrentando a su par de Costa Rica, en un partido que pondrá en marcha la actividad del que muchos consideran el "grupo de la muerte".
Los Celestes partieron con todos los jugadores seleccionados por el director técnico Óscar Washington Tabárez, incluida su máxima estrella, el goleador Luis Suárez, que se recupera de una operación a la que fue sometido hace 17 días en los meniscos de la rodilla izquierda.
El viernes Suárez trotó durante unos 25 minutos y el sábado realizó "mínimamente" algunos ejercicios con la pelota, según dijo a The Associated Press el preparador físico de la selección José Herrera.
El cuerpo técnico del seleccionado todavía no ha descartado, pero tampoco confirmado, que Suárez pueda estar en la cancha en el debut contra Costa Rica, o en los restantes partidos del Grupo D, formado también por Inglaterra e Italia.
Sin embargo, Tabárez ha dicho que Suárez evoluciona en forma favorable y de acuerdo con los tiempos programados.
Ayer los Celestes realizaron un entrenamiento matutino y luego se prepararon para dirigirse al aeropuerto.
Al partir rumbo a Brasil los jugadores uruguayos no hicieron declaraciones a la prensa, aunque mostraron su optimismo en numerosas fotos que subieron a las redes sociales.
Un hincha presente en el momento del embarque gritó "queremos la Copa", lo que motivó la respuesta del capitán de la selección, el zaguero Diego Lugano, quien le dijo al hincha que ese deseo no era sólo suyo.
