'Veneno' quiere defensa en Torreón

Proclamado como campeón mundial interino de peso medio WBC, el "Veneno" Rubio no le da muchas vueltas a su futuro inmediato. Quiere defender su cinturón verde y oro en Torreón, su ciudad natal.

Y es que el hecho de que el argentino Sergio "Maravilla" Martínez y el puertorriqueño Miguel Cotto se enfrenten hasta junio próximo le dará al lagunero el tiempo necesario para poder realizar una exposición voluntaria del título conseguido el sábado por la noche en esta población chihuahuense, al noquear de forma espectacular al italiano Domenico Spada.

"Para mí hubiera sido el sueño perfecto haberme coronado en Torreón, por las características de la pelea, de que era de campeonato mundial, pero no hubo interés y nos tuvimos que venir a Delicias, pero ojalá que se pueda dar la primera defensa allá", dijo.

Marco Antonio dejó en claro que un campeonato mundial más que un premio es una responsabilidad que lo obliga a cuidarse todo el tiempo, porque las peleas que vienen serán más duras, donde deberá contender contra los mejores.

Del mensaje a los laguneros, pero sobre todo a los jóvenes, el púgil mencionó: "Había esperado muchos años poder decir esto como campeón mundial. A los muchachos, que nunca pierdan la fe, que la perseverancia siempre da buenos frutos, es verdad esto".

Recalcó que sin duda fue Dios quien le dio el don de pegar duro con los puños, aunque a estas alturas, con peleas de campeonato mundial y por el nivel de los boxeadores, ya es más difícil ganarles, pero sobre todo más complicado noquearlos.

La pelea ante Domenico Spada, ya con la cabeza fría, Rubio la definió así: "Era cuestión de concretar el trabajo realizado en la preparación. La única sorpresa que pudiera existir es que nos ganaran, con el nervio de un descuido, y dejar ir la pelea. Estudié su estilo, estaba seguro que iba a ganarle".