Gómez Palacio y Lerdo Violencia Gómez Palacio Buen Fin Gómez Palacio

Veo, escucho y comento

LOS MOYOTES

Se mete donde no lo llaman

-¿Has visto alguna vez a un anotador oficial de un partido de beisbol meterse al campo de juego a alegar si una pelota fue strike o no?

-No, nunca. Esa no es su función, por algo se llama anotador.

-Bueno, digamos que en una sesión de Cabildo el secretario del ayuntamiento tiene una función similar a la de un anotador.

-Mmmm... puede caber el símil.

-Pues quien no parece estar de acuerdo con esto es el actual secretario del ayuntamiento de la industriosa urbe de Gómez Palacio, Régulo Gámez, quien no se puede resistir al impulso de la sangre grillera que corre por sus venas.

-¿Qué hace en las sesiones?

-Pues que ha dejado a un lado las funciones básicas que se le encomendaron con ese cargo y muy seguido se suma a las discusiones de los regidores.

-Ah, qué don Régulo.

-Su desempeño ya ha sido cuestionado por los integrantes del Cabildo, principalmente de oposición, porque dicen que se olvidó que como secretario del ayuntamiento carece de voz y voto ni tiene facultades para regular debates ni mucho menos intervenir en ellos, sino solamente tomar nota de lo que ahí se dice y dar seguimiento a los acuerdos que se generan en este órgano de gobierno.

-Bueno, es que su corazón polaco le gana.

-Lo grave es que, según los regidores quejosos, Gámez prácticamente decide quién toma la palabra y si en algún momento no resulta conveniente que alguien lance un comentario o crítica, da por terminada la sesión.

-¿O sea que se ha convertido en el censor del alcalde Campillo?

-Algo así.

-Deberían llevarlo a un partido de los Vaqueros para que vea qué hace un anotador.

-Una vez más... el Municipio a la espera.

-¿Y ahora qué?

-Pues que el gobierno de Pepe Campillo está sentado con los codos en el escritorio aguardando a que el Gobierno estatal confirme su aportación para la compra del terreno que se utilizará en la construcción del nuevo Hospital General.

-Pues que se ponga a leer un libro, porque para como es el gobierno de Jorge Herrera... Y que sea un libro grueso, algo así como Los Miserables de Víctor Hugo.

-Bueno, el chiste es que la espera podría retrasar, otra vez, el inicio de las obras.

-Pero en días pasados don Jorge juró y perjuró que la Secretaría de Salud ya había autorizado los 300 millones de pesos para iniciar con los trabajos este año.

-Pero todavía no se cuenta con el terreno adecuado y estando en el sexto mes del año, la compra-venta podría prolongarse todavía más.

-Bueno, ¿por qué no le empieza el ayuntamiento? Ya luego se compensa con lo que va a dar el Gobierno estatal, ¿no?

-El argumento de la administración de don Pepe es que no cuenta con los 28 millones de pesos que cuestan las cuatro hectáreas ubicadas en el bulevar Ejército Mexicano y bulevar Jabonoso, y por eso espera que el patrón aporte el 50 por ciento del costo total.

-No, pues, ahí los hallarán. Fíjate: La construcción del hospital se planteó desde la campaña del gobernador.

-Y el año que entra hay elecciones federales y el que sigue las estatales. Así que si no es este año, muy probablemente ya no fue.

-El miedo no anda en burro, dicen.

-Eso dicen, pero ¿tú por qué lo dices?

-Porque mientras son peras o manzanas, la diputada del PRI, María Luisa González Achem, ya mandó encalar las bardas donde aparece su nombre y el sello del Congreso del Estado de Durango, como si ese símbolo fuera de su patrimonio.

-¿A poco lo hizo porque un regidor del PAN de Lerdo denunció que con su barda viola la Constitución Mexicana, la Constitución de Durango, el Código Justiniano y hasta el Manual de Carreño?

-Así es. Nada más que a doña María Luisa le faltó darle una mano de pintura porque todavía se ven las letras.

-O sea que medio lo borró...

-¿Será que usó la misma técnica y pintura del programa 'Pintemos Lerdo'? Porque las fachadas de Lerdo quedaron medio pintadas y todavía se notan las escarapeladas.

-Como dicen los maistros de brocha gorda: O está mala o está muy rebajada esa pintura.

El que anda bien retro, con un aire de político de pueblo de los años 50, es el alcalde Luis de Villa.

-¿A poco trae lentes de pasta, bigote y corbata angosta?

-No me refiero a su apariencia física, sino a su actitud política. Anda tan nostálgico de los tiempos del partido de Estado que el miércoles 4 de junio armó dos megaactos públicos... sólo para tomarse la foto y que le aplaudieran.

-Pero eso hacen todos.

-El detalle es que hizo todo un show para entregar 8 cornetas y 7 tambores en la Escuela Primaria "Felipe Carrillo Puerto", de la colonia Lucio Cabañas.

-8 cornetas y siete tambores....

-Y eso no fue todo, su siguiente megaacto fue para la entrega de tela y guajes para la Danza Villa de Guadalupe.

-Bueno, de algo servirán esos apoyos. Digo...

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