-Se sienten usados... vilmente utilizados.
-¿Quiénes?
-Los regidores y funcionarios de la administración municipal de industriosa urbe de Gómez Palacio.
-¿Por qué? ¿Qué les hicieron a los pobres servidores públicos?
-Resulta que algunos de ellos andan cabizbajos e inconformes por la poca efectividad que, dicen, tuvieron los acuerdos metropolitanos que en el momento del apogeo de este añejo anhelo se tomaron entre los Migueles, alcaldes de Torreón y la antigua Santa Rosa.
-¿A poco se tragaron el cuento?
-Tal parece que sí. Los funcionarios sienten que hasta el mismo alcalde José Miguel Campillo fue utilizado por su tocayazo Miguel Riquelme para sus propósitos de elevar los índices de competitividad, con supuestos acuerdos que nunca tuvo la disposición de cumplir.
-Qué raro... Pero dame ejemplos.
-Ahí está la construcción del puente Lázaro Cárdenas-Falcón, para el que ni Coahuila ni Torreón incluyeron un solo centavo en la parte que les corresponde construir y complementar la obra que Gómez Palacio sí atenderá con unos 35 millones de pesos que están etiquetados del Fondo Metropolitano.
-¿O sea que va a ser un puente a medias?
-Peor que cuando en tiempos de don Carlos se pintó el otro puente naranja y quedó bicolor.
-El mentado puente ese va a ser "el puente que no lleva a ninguna parte".
-Como la supuesta visión metropolitana que tanto les gusta presumir ahora. A inicios de año, Riquelme y Campillo firmaron un convenio en el que se comprometían a construir dicho puente, pero el compromiso fue sólo para la foto porque este año sólo se construirá la primera etapa, en la parte que corresponde a Gómez Palacio.
-¿Y con todo lo van a construir?
-Pues eso dicen acá, pero tal parece que las autoridades de Torreón no tienen el menor interés en esa obra, a diferencia de los empresarios y gomezpalatinos en general que la piden a gritos porque es una vía corta de llegar a la vecina ciudad.
-Pues creo que ese puente mocho sí servirá para algo.
-¿Para qué?
-Para convertirse en un monumento a la falta de coordinación metropolitana.
-Hablando de alcaldes metropolitanos, los de Gómez Palacio y Lerdo también salieron reprobados en la encuesta más reciente del Barómetro.
-¿Cuánto sacaron Luis de Villa y Pepe Campillo?
-Apenas alcanzaron el 6.
-Bueno, en la primaria pasarían de panzazo.
-Pero en la universidad estarían "tronados". Pero el que de plano está reprobado hasta en la primaria es el gober Jorge Herrera, que no alcanzó el 6.
-Qué raro, porque, como recordarás, fue La Laguna la que le dio el triunfo en la elección.
-Pues sí, pero todo indica que su gestión nomás no convence ni a los priistas más tricolores. Y es que el asunto que más tiene incómodos a los gomezpalatinos y lerdenses es el de la inseguridad por robos y asaltos, la cual, contrario al discurso oficial, sigue vaciando los bolsillos de los ciudadanos.
-Claro... pues si no hay policía municipal.
-Ese es precisamente uno de los temas. Así ni cómo evaluar el desempeño de la Dirección de Seguridad Pública de ambos municipios.
-Nomás pasan los meses y las policías no tienen para cuándo.
-Tal parece que ambos ediles están echados en la hamaca en lo que se refiere a este tema. Como no tienen policía, han de creer que nadie puede reclamarles y mientras la tropa disfrazada de gendarmes realice lo que las administraciones municipales no pueden hacer, pues ellos muy a gusto.
-Supe que don Miguel, ante el reclamo de que aplique un plan emergente contra los robos y asaltos, dijo que ese plan está desde que desapareció la traviesa policía.
-Pues como que el plan no ha funcionado.
-Oye, donde algo huele muy mal es en el mágico y asombroso pueblo de Mapimí.
-¿No será el drenaje?
-No. Me refiero al museo Benito Juárez, en donde parece que la magia no ha llegado porque se encuentra en muy malas condiciones.
-Pero si es el museo del "Benemérito de las Américas", impulsor del Liberalismo Mexicano, el Gran Indio de Nuestra Patria.
-Pues sí, pero a un año de que quitaron el techo del museo nadie ha hecho algo para repararlo y en estos días de lluvia gran parte de las cosas de el museo y la biblioteca se están echando a perder, siendo reliquias de la historia del pueblo.
-Menudo descuido.
-Pero eso no es todo, en el Recinto Hidalgo hay goteras y al igual nadie le hace caso, mientras que la mayoría de la gente que visita Mapimi a donde más acude es a esos dos sitios y se llevan la sorpresa de que están en el abandono.
-Pero se supone que la Secretaría de Turismo el año pasado destinó 400 mil pesos para reparar el museo.
-Ahí está lo que huele mal. Dicen que la administración pasada, de Bernardo de Anda, hizo de agua el dinero y por ese motivo ahora nadie le puede meter un peso a dicho inmueble.
-Qué calamidad.
-El próximo 23 de noviembre se cumplen dos años de haber obtenido el nombramiento de Pueblo Mágico y por ahí se dice que no es verdad que se haya recibido ni un sólo peso del Gobierno federal y menos del Gobierno del Estado de Durango, por lo que a Mapimí, lejos de ayudarle, desde el nombramiento se le está acabando la magia.
