'Los tinacos del hambre'
-Puro lucimiento.
-¿El de los chamacos descarriados Justin Bieber y Miley Cyrus? Estoy de acuerdo, puro lucimiento.
-No, el de los funcionarios de la Secretaría de Desarrollo Social federal con el mentado programa de la Cruzada Nacional Sin Hambre.
-¿Por qué lo dices? ¿Cómo puede alguien lucirse con el hambre ajena?
-Pues es que la entrega de tinacos ha servido más para proyección del delegado de la Sedesol en Durango, Francisco Javier Hernández Flores, que para los vecinos que los tienen en sus casas.
-¿Tinacos en la Cruzada contra el hambre? ¿Se comen, acaso?
-No te hagas el chistocito. El tema es que, por ejemplo, en la colonia Chapala han comenzado a surgir quejas de algunas familias en el sentido de que los tinacos prácticamente no les sirven de nada porque en últimos días han resentido una baja de presión en las tuberías. Esto, además de los gastos que les genera la instalación del depósito al que no llega una gota de agua como consecuencia de la escasez.
-O sea que les dieron un carro sin motor.
-Algo así. La medida es vista por la gente como un pobre remedio a la histórica escasez de agua potable en la región, en lugar de buscar soluciones definitivas.
-Si los políticos plantearan soluciones definitivas se quedan sin clientelas electorales.
-Buen punto. Por lo pronto, en sectores como la populosa colonia Chapala los vecinos ya los bautizaron como "los tinacos del hambre".
-Suena a película de Hollywood.
-Pero fíjate que el único que como que le rehúye a los reflectores, no sé si por miedo o por prudencia, es el director de Desarrollo Social de Gómez Palacio, Alfredo Robles Astorga, a quien no le gusta salir en la foto cuando hay actos públicos.
-Qué caso de lo más extraño... para Ripley.
-Sí, precisamente en Valle Chapala, donde se llevó a cabo la reunión con personas que se integraron a los comités de la Cruzada Nacional Sin Hambre, Robles Astorga se rehusó a sentarse junto con los demás funcionarios, aunque también lo hizo para no robarle cámara al propio alcalde.
-O sea que les dijo: "Yo no me junto con esta chusma".
-No creo que fuera por eso. Lo cierto es que su actitud contrasta con la de los regidores, priistas y algunos panistas, que se han empeñado en asistir a cualquier acto público, por insignificante que éste sea, aunque su presencia no establezca ninguna diferencia.
-Es decir, si van o no, da lo mismo. "Funcionarios florero", se llaman.
-Mientras tanto, las oficinas de las regidurías se llenan de personas que buscan algún tipo de apoyo o plantear algún problema a los ediles ausentes.
-Como siempre, friéguese Juan Pueblo.
-¿Ya conoces las tremendas especies que circulan por tu querido Lerdo?
-No, ¿qué pasó?
-Cha, cha, cha, chaaaaaaan...
-Ya estuvo, suéltala.
-Pues dicen por ahí que el mero mero del Estado, Jorge Herrera Caldera, no está muy contento que digamos con el trabajo del jefe del pueblo, Luis de Villa.
-¿Ah, no? Pero, pues, él lo palomeó, ¿no?
-Sí, antes de las campañas. Pero eso fue hace mucho tiempo. Ahora que don Luis ya es alcalde, en vez de sumar simpatías, ha acumulado enemistades por algunos errorcillos que ha cometido en su administración, que no termina de arrancar.
-¿Como cuáles?
-Uno de ellos es que mantiene las puertas cerradas de su despacho hasta para los regidores de su propio partido.
-Uy, ¿pues qué les debe?
-Otro asunto es que sigue dándole apoyo a la directora de Atención Ciudadana, Gabriela Moreno, quien, ante la mirada furibunda de los líderes tricolores, continúa favoreciendo a simpatizantes del PRD con apoyos sociales, que no le corresponde dar.
-Llama la atención que don Luis no haya hecho nada al respecto.
-Cuantimás si sabemos que se acercan las elecciones para renovar las más de 50 jefaturas de cuartel del mismo número de villas y ejidos, en donde, dicen, los perredistas han ido ganando terreno.
-No me extraña que en Durango capital no vean con muy buenos ojos lo que pasa por acá.
-Fíjate: Los más aventurados ya hasta andan diciendo que el alcalde pudiera hacer sus maletas antes de tiempo.
-No, creo que exageran. Al menos tendría que pasar el tiempo legal necesario para no tener que convocar a nuevas elecciones.
-Pues, mira, ante tal rumor de que don Luis pudiera regresar a las aulas más temprano que tarde, algunos aprontones priistas ya se apuntan para "entrarle al quite".
-Habrá qué ver.
