-¡Aguas con la guadaña!
-¡Ya lo sé! Ya segó la vida del buen Gabo, y de Carballo. Y antes la de Pacheco y la de Gelman.
-No me refiero a esa cruel guadaña, sino a la que recorre los pasillos de la Presidencia Municipal de Gómez Palacio.
-¡Ah, jijo! Pues ¿qué pasó?
-Que los empleados municipales están temerosos de que se aplique el tan anunciado recorte de personal por parte de la actual administración.
-Ah, entonces no es guadaña sino navaja de rasurar.
-Bueno, bueno. El chiste es que desde la llegada de José Miguel Campillo a la presidencia, se ha estado hablando de la necesidad de reducir la nómina que soporta a más de dos mil trabajadores sindicalizados y de confianza.
-Eso de soporta está en veremos.
-Y en realidad se han aplicado pocos cambios porque en la medida que se han presentado despidos también ha ingresado gente nueva.
-O sea, salen los viejos amigos y entran los nuevos compadres.
-Algo así. Pero el tesorero Jesús Loza aseguró que el despido ahora sí va en serio y que en principio podrían salir hasta cien empleados, tanto de confianza como sindicalizados, a quienes por cierto no los han tocado cada vez que se aplica este tipo de medidas para recortar el gasto.
-Les encanta esa frase: "ahora sí va en serio". Lo único serio es que nunca nada va en serio con ellos.
-El alcalde dijo que como parte de estas medidas también se está elaborando un reglamento para el uso de los vehículos oficiales y evitar que se incurra en un gasto excesivo de combustible y la utilización de las unidades en asuntos de carácter personal.
-¡Ya se habían tardado!
-El problema es que este reglamento se está revisando desde prácticamente inicios de la administración y no se ha dado la autorización definitiva.
-Ya se me hacía raro.
-Quienes también están considerados para este recorte son los propios directores municipales, los que según Campillo también están siendo evaluados a la vez que éstos evalúan al personal que tienen a su cargo.
-Pues que le pregunten a la gente, así de fácil.
-Tendrían que hacerlo, sin duda. Por lo pronto ya hubo un cambio en la Dirección de Desarrollo Rural, la que ya está a cargo del cenecista Alfredo Ordaz Hernández, a tan solo siete meses de iniciada la administración.
-A ver quién sigue.
II.
-Oye, a propósito de cambios en direcciones municipales, déjame te cuento un cuento mágico del parsimonioso pueblo de Lerdo.
-A ver...
-Resulta que en la Dirección de Tránsito y Vialidad se había dicho que César Octavio Torres renunció a la titularidad de la dependencia el primero de abril porque dizque tenía una mejor propuesta de trabajo y que, incluso, se iba ir del país.
-Sí, eso dijo. ¿No fue cierto acaso?
-No, todo resultó una vil mentira, ya que sigue en Lerdo y se la ha visto paseando por los jardines de la ciudad.
-Válgame. ¿Para qué la mentira? Levanta suspicacias.
-Dicen por ahí que su salida obedece a otro movimiento "estratégico" del jefazo Luis de Villa.
-Pues a ver si entre tantos enroques el que termina fuera no es el propio alcalde.
III.
-Los que nomás no dan una son los del Sistema de aguas de Lerdo, con todo y que el organismo tiene nuevo director.
-De seguro siguen con sus broncas financieras.
-No sólo eso, no han podido terminar con el mantenimiento del pozo San Fernando y el caso es que ya llevan meses con lo mismo.
-¿Por qué ya no me extraña lo que me cuentas?
-No seas indolente. El agua falta en varias colonias de Lerdo e incluso en el Centro, muy cerca de la Presidencia de Lerdo.
-Los indolentes son otros.
-Bueno, el chiste es que los lerdenses se cansan de marcar a la empresa y la respuesta es la misma: que siguen con el mentado mantenimiento.