Además de los jugosos sueldos de auxiliares y asistentes, que nadie sabe a quién y cómo auxilian y asisten a pesar de que representan la mitad del personal del ayuntamiento de Torreón, y más allá de los choferes que ganan más que directores de área, otros misterios han surgido en torno a ese barril sin fondo que es la nómina municipal. Aunque el jefe político de la progresista Perla de La Laguna, Miguel Riquelme, ha jurado y perjurado que en la nómina están todos los que son y son todos los que están, incluyendo los del elástico concepto de honorarios, hay detalles curiosos que llaman poderosamente la atención de los quisquillosos examinadores de la cosa pública.
Y es que con todo y que se sabe que el gobierno municipal, al igual que todos los gobiernos, cuenta con asesores que orientan a los funcionarios de primer nivel sobre cómo manejar las crisis y bonanzas y hasta las clientelas, en el listado disponible en la página de internet del ayuntamiento sólo aparece una persona con ese cargo y en un área que dista mucho de ser estratégica: la dirección de Gestión y Certificación Patrimonial. Este curioso hecho de una administración “sin asesores” ha vuelto a despertar -si es que alguna vez durmió- la sospecha de la existencia de una nómina oculta en donde hay nombres y números que a los interesados no les convendría que se dieran a conocer. ¿Por qué será? Por lo pronto, ya se extraña la nómina de mayo, la cual hasta el día de ayer no había sido subida al portal oficial del ayuntamiento.
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Al calor del avance de las campañas para diputados locales, empiezan a correr las apuestas. Pero no crea usted que el interés de los apostadores está en quienes pudieran ganar por el lado del PAN o del PRI una hamaca en el Congreso estatal, sino en las personas que se quedarán en las posiciones que dejaron los chapulines tricolores Luis Gurza y Leticia Castaño en el Cabildo de Torreón por irse en pos de su lugarcito en el centro de diversiones de Saltillo. En caso de que el voto de la estructura clientelar les sea suficiente para ganar -lo cual depende de que las despensas alcancen para todos- ninguno de los dos podrá regresar al circo municipal de tres pistas. Ante esta posibilidad es que surge la pregunta de quiénes llegarán a ocupar las dos silla y, por lo tanto, recibirán el jugoso sueldo mensual que ronda los 37 mil pesillos, aunque ya sin gestoría. Los que dicen conocer la entraña y cañería de la política local, aseguran que más allá de los nombres no habrá sorpresas porque se impondrá -como casi siempre- el pago de favores políticos prestados al partido, aunque nadie se explica cuáles, ya que no ponen un peso de su bolsa para comprar el aceite que necesita la maquinaria electoral y todo es recurso público. Por ahora entre los nombres que el PRI propondrá al Congreso local, que es quien debe autorizar, hay de dulce, de chile y de manteca. Por ejemplo, el profe Mario Dávila Ramírez, cacique de la CNOP; Félix Caldera, del corporativo transportista conocido como FAOT, y Ana Luisa Cepeda, actual directora de la Juventud.
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De quien dicen que de plano no da una es del jefazo de Protección Civil de Torreón, Ricardo Handam Huereca. Nuestros subagentes disfrazados de picos y palas nos informan que dentro de la corporación hay desconfianza, pues don Ricardo ni siquiera sabe sabe cuál es la diferencia entre una boca de tormenta y una alcantarilla, y mucho menos cuáles son las zonas de riesgo de inundaciones que tiene Torreón. Las malas lenguas aseguran que no sólo carece de don de mando, sino que a causa de que no tiene los conocimientos básicos, los bomberos y los desaguadores del Simas nomás se le quedan viendo con cara de interrogación cuando llega a los lugares donde se supone que debería hacer labor de protección civil. Y la extrañeza de esas miradas es en parte porque Handam, siempre muy acicalado con su camisa blanca impecable y su nombre bordado en un costado, se asoma a la distancia para ver los trabajos que se hacen, y a veces -sólo a veces- se baja de su camioneta para atender a la prensa y así pararse el pulcro cuello y asegurar con voz muy seria: “estamos trabajando aquí, sacando el agua de acá”. Esta situación se ha puesto en evidencia sobre todo con las lluvias de los últimos días, las cuales si bien no han sido torrenciales, sí han sido suficientes para trastornar las calles y servicios de varios sectores de la ciudad. Los aficionados de la grilla comentan que Handam, al igual que su padrino Gabriel Calvillo, director de Urbanismo, no pertenecen al grupo de don Miguel, quien en estos momentos despacha desde el lejano oriente por el viaje de placer -perdón, de trabajo- que realiza con su jefe el gobernador, sino que son más bien “recomendados” de Saltillo. El problema es que con todo y los resultados cuestionables de ambos, quien le paga no es el gobierno estatal, sino el ayuntamiento. Aunque para el caso es lo mismo, ya que de cualquier forma el dinero sale del agujereado bolsillo del sufrido pueblo.
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Mucho polvo se ha levantado en torno al tremendo sainete que le armaron al jefazo nacional del PAN, Gustavo Madero, en su visita a la urbe de adobe, capital de esta provincia en donde abundan las deudas. Muy apersonado don Gustavo se disponía a dar una rueda de prensa frente al centro de descanso también conocido como Palacio Legislativo, cuando integrantes de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas llegaron para montar una ruidosa manifestación en contra de las reformas estructurales. El asunto es que al principio ambos contingentes parecían convivir en el espacio sin mayor problema, cada quien en lo suyo. Pero nuestros subagentes disfrazados de pancartas nos comentan que la cosa empezó a ponerse fea cuando hizo su aparición una misteriosa camioneta roja desde donde comenzaron a salir consignas que primero iban contra los políticos en general y terminaron aterrizando en la figura del pastor de los panistas. Poco a poco la protesta campesina invadió la rueda de prensa de los curros albiazules al grado que ambos grupos se hicieron de palabras y hasta de empujones. Lo extraño del caso es que el líder de la UNTA, José Luis López, no se encontraba liderando a los manifestantes. Como usted bien recordará, don José Luis es el mismo que ha tenido las ocurrencias de sugerir la creación de un grupo de autodefensa en Coahuila y la propuesta de lanzar como candidato del partido que regentea, el Campesino Popular, al profe Humberto Moreira. Obviamente para los panistas todo el sainete fue orquestado por el PRI de David Aguillón, idea que se refuerza si se considera que el partido de López es satélite del tricolor y va junto con él en la coalición Todos Somos Coahuila.
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Nuestros subagentes disfrazados de saleros nos reportan que conforme pasan los días más se “calienta” el ambiente entre los organismos, cámaras y grillos del Consejo Lagunero de la Iniciativa Privada. El motivo es uno solo: el relevo de la presidencia de lo que ya pasó a ser un bonito club de amigos. Resulta que a días de que se celebren las elecciones y, en consecuencia, deje de ser presidente Eduardo Castañeda, es una verdad a gritos que el ungido será, otra vez, Omar Gutiérrez de Anda. La sola mención de que quien pudiera repetir al frente del Consejo ha puesto los pelos de punta a varios, quienes se indignaron al recordar el choncho expediente que en la anterior administración municipal se le integró a don Omar con el espinoso tema de la auditoría practicada al patronato de la conflictiva Unidad Deportiva de Torreón. Dicen por ahí que, en el trajín del cambio de administración municipal, “alguien” se quedó con esos documentos, fiscalmente documentados, y que por podrían ser filtrados de manera “oportuna”. Los maldicientes aseguran que, hojita por hojita, los documentos están listos para hacerse públicos en caso de que don Omar pretenda presionar para sentarse de nuevo en la silla del CLIP.
