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Verdades y Rumores

EL AGENTE 007

“Y los mariachis callaron...”, dice una canción que seguramente se pondrá de moda en el ambiente politiquero estatal y regional. Y es que, desde la tierra que gobierna el Tío Sam en su versión western, en los últimos días han llegado noticias que han dejado mudos a los priistas e integrantes del gobierno de Coahuila. Luego de que se dio a conocer que el exrregente interino Jorge Torres López, figura consentida de Humberto Moreira, Maestro de la Deuda, al grado de entregarle el cetro -aunque fuera sólo para que se lo pasara a su hermano Rubén-, acaba de ingresar a la honorable lista de fugitivos de la justicia gringa, los del Revolucionario han optado por guardar un silencio sepulcral.

Las huestes de David Aguillón han sido debidamente instruidas para que, al momento de escuchar alguna pregunta en torno al espinoso asunto, comiencen mejor a departir sobre el clima, el Mundial o el último escándalo de Justin Bieber. La idea, obviamente, es no hacer olas para evitar que el barco tricolor cargado de despensas entre en mares de tormenta. Y es que no es para menos, ya que don Jorge comparte espacio en la lista negra de la DEA con capos de la mafia. Pero el mutismo ha alcanzado a la Procuraduría de Justicia y la Secretaría de Gobierno, en donde los jefazos Homero Ramos y Armando Luna han preferido voltear hacia otro lado para no informar qué estado guardan las investigaciones del caso... si es que existe alguno. Pero para mayor incomodidad de los priistas, ha comenzado a completarse un lindo cuadro familiar con las acusaciones de los jubilados de la Narro contra Carlos Moreira, exlíder de la Sección 38 del sindicato magisterial, a quien culpan de la desaparición de los 100 millones de pesillos de colchón que tenía el servicio médico de los profes. Claro que si comparamos esta cantidad con el 50% que no aparece por ningún lado de la deuda de don Humberto, la travesura de Carlitos es casi de principiantes, aunque seguramente sus cercanos le dirán: “ahí la llevas”.

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Y ya entrados en temas peliagudos, a unos cuantos días de que terminen las campañas, los partidos han comenzado a exponer todas sus armas. Pero no crea usted, optimista lector, que han lanzado propuestas legislativas asombrosas o grandes promesas novedosas, sino que han entrado en la clásica guerra en donde terminan por arrojar todo tipo de sustancias pestilentes al ventilador. Dicen las malas lenguas que por el lado del tricolor el catálogo abarca desde los pájaros en el alambre, grabaciones filtradas, campañas negras en redes sociales y hasta el vil embuste propagandístico. Los casos más sonados, en los que se ve la mano del PRI detrás, son el de la candidata de la UDC por el distrito IV de la urbe de adobe, Paloma de los Santos, quien ha hecho una campaña que ha puesto a temblar al aspirante oficial, al grado que le están haciendo un bullying cibernético del más bajo nivel. Otro caso es el de las grabaciones de una supuesta conversación del alcalde panista de Monclova, Gerardo García, en donde reconoce darle una ayudadita, con cargo al erario, al candidato de su partido, Theo Kalionchiz. Por si fuera poco, uno de los partidos satélites del PRI, el Primero Coahuila, ha colocado en sus espectaculares una curiosa leyenda compuesta de la palabra No, el signo de más (+) y un logotipo que, aunque difuso, se alcanza a ver que es el del tricolor. Curiosa manera de querer disfrazarse de oposición cuando el partido morralla de marras va en coalición en varios distritos con su padre el Revolucionario, entre ellos dos de Torreón. Pero no sólo eso, el PPC recientemente recibió en su seno a la priista Lety Castaño, como lo hizo el Verde con Luis Gurza, para crear una pantalla de pluralidad política, buscar mantener la sobrerrepresentación en el Congreso y evitar meterse en broncas con el Trife. ¡Qué chulada!

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Por el lado de la oposición, los panistas han cubierto su artillería, unas cuantas resorteras, para golpear al PRI con ayuda de -oh sorpresa- petistas, perredistas y los del Movimiento Ciudadano. Es decir, la diestra y la siniestra con los dedos entrelazados en plan muy amoroso. La estrategia es denunciar que han sido víctimas de amenazas y agresiones, que tienen miedo y que, por lo tanto piden que venga la tropa de marinos y solados a protegerlos. De forma paralela, el alfil del anayismo en el estado, Bernardo González, y el pastor nacional azul, Gustavo Madero, salieron a gritar que en Coahuila se está llevando a cabo “una elección de Estado”. Para los priistas, lo que está haciendo el PAN se llama “pataleo de ahogados”, ante lo que consideran que será un aplastante triunfo tricolor. Pero más allá de la propaganda, llama la atención de los agudos espectadores de la polaca coahuilense que los panistas se movilicen sólo unos cuantos días de la campaña para denunciar algo que viene ocurriendo desde tiempos inmemoriales. O ¿acaso creían que el control del PRI se da por obra y gracia de algún poder del averno? Lo cierto es que los sabios de Babilonia han vaticinado ya que, por la forma en la que se han movido los astros en estos días de vacuas campañas, y considerando que se trata de elecciones huérfanas con candidatos entre poco conocidos y cartuchos quemados, la participación ciudadana será de las más bajas en la historia de la democracia -o como sea que esto se llame-. Dicen los que saben que ese escenario es el mejor para el tricolor y que si el PAN quiere arrebatarle uno o varios distritos, se tiene que poner las pilas para motivar a la mayor cantidad de electores. No obstante, el Mundial donde México será campeón (Peña Nieto dixit), el calorón de julio y la pobreza de las propuestas, no dejan mucho espacio para el optimismo.

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En otros asuntos... ahora que el ayuntamiento de Torreón ha tratado de convencer a los escépticos sobre las grandes y eternas bondades de la concesión del alumbrado público, han surgido más dudas de las que había. Y es que la presentación comparativa que la gente del alcalde Miguel Riquelme ha hecho a cámaras de ipecos y similares, deja varias interrogantes respecto a las cifras, las cuales, de entrada, no está muy claro de dónde surgieron. Dicen los que dicen conocer de estos temas, que resulta extraño que la proyección del ayuntamiento sea más alta en costo por el monto que deben pagar a la CFE si el municipio se hiciera cargo, contra lo que proyecta pagar la empresa, que es considerablemente menor. Y la respuesta de los riquelmistas tuerce más la razón. En primer lugar dijeron que la empresa Construlita ofreció firmar un convenio con la Comisión por utilizar lámparas ahorradoras. Ante esto, la pregunta automática es: ¿no podría hacer lo mismo el ayuntamiento? El detalle es que la proyección para la modernización del gobierno riquelmista está hecha sobre la base de la tecnología tradicional y no con luminarias de Led. Y aquí surge otra interrogante: ¿por qué hacer una proyección con lámparas del siglo XX cuando el objetivo original era la reconversión tecnológica para el ahorro de energía? Otra duda tiene que ver con el asunto de la inversión inicial, para la cual supuestamente el municipio no tendría el suficiente recurso, por lo que recurriría al endeudamiento. Pero los malpensados se rascan la cabeza y preguntan: ¿por qué en lugar de aventarse todo de un jalón y diferir el pago por 15 años, no lo hacen por etapas sin tener que comprometer a administraciones posteriores? En fin, este tema seguramente seguirá dando de qué hablar, aunque algunos de los ipecos ya pusieron muy en claro que ellos estarán conformes con que se contrate a proveedores locales. Nomás les faltó decir que ellos quieren ser los proveedores.

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En el mismo rubro de los servicios que no funcionan, las inundaciones provocadas por la copiosa lluvia y la falta de un drenaje pluvial -porque a lo que hay no se le puede llamar así- pusieron en evidencia que el chaleco de Protección Civil le queda grande al jefazo Ricardo Handam. Y es que nuestros subagentes disfrazados de alcantarillas desbordadas nos cuentan que en medio de la contingencia de la noche del sábado y la madrugada del domingo, a don Ricardo era prácticamente imposible encontrarlo. Quienes tuvieron que salir al quite para tratar de rescatar a las colonias sumergidas fueron, una vez más, los bomberos que ganan siete veces menos que un asistente de regidor y los muchachos de Adelaido Flores, jefazo de Seguridad Pública. Por esto, ya en los pasillos del “Gran Horno” de la Plaza Mayor ya se empieza a cuchichear si ahora que regrese don Miguel de su paseo -perdón, viaje de trabajo- por Asia, y se encuentre con la retahíla de quejas y desmanes, va a poner en la lista negra al susodicho, junto a otros dos o tres que ya están en la mira.

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